Su
pasión por el tango nace en la niñez y se afianza en la juventud
cuando conduce “Cuatro compases” por LT22. Integra la Academia
Nacional del Tango y la Asociación Amigos de Avenida de Mayo. La
necesidad de reivindicar la difusión de nuestra música. Recuerdos y
deseos en el Día Nacional del Tango.
Walter
Piazza (56), un pehuajense que nos honra en el atrapante mundo del
tango. Fue alumno de la Escuela Técnica, tres años de abogacía en
la UBA. En la actualidad se desempeña como Secretario en Academia
Nacional del Tango y es Vicepresidente en Asociación Amigos de
Avenida de Mayo; colaborador en Radio Gral Belgrano AM 840 en el
programa “Rincón porteño”, conducido por Eduardo Marino desde
hace 28 años y entre otras actividades realiza charlas sobre
diferentes temáticas del tango y sus artes.
Hasta
los 17 años vivió en Pehuajó, pero su pasión tanguera venía de
antes. “Me
vincule
desde muy temprana edad con el tango. A los 13 años de edad, llego a
conducir diferentes programas radiales en LT 22 “Radio Nueva era”,
la radio creada por el Ingeniero Raúl Negreira. Llegué a instancias
de un querido profesor, Don José Pérez Gegena. Mi programa
emblemático por aquel tiempo se llamó “Cuatro compases” donde
pude foguearme en el ámbito radial con notas a artistas que nos
visitaban y venían a actuar en nuestra ciudad, como así también a
personalidades locales destacadas en este arte”.
Walter,
siempre inquieto y apasionado, revive hermosos tiempos vividos en su
tierra natal. “Otra faceta que me llevaba a la felicidad era el
cine, sobre todo el cine argentino desde 1933 en adelante. Aquellos
artistas que me eran gigantes cuando se escapaban de la pantalla del
viejo cine Zurro. Estar en las primeras horas de la creación del
TIP, la bohemia de los boliches donde aprendí a lo discepoleano a
poner la ñata contra el vidrio; mis compañeros de escuela, el día
que conocí a Luis Sandrini en la puerta del teatro Español y luego
de la función fui a cenar con la compañía; los festivales en el
parque, el parquecito de “Chalita” donde cantó entre otros Hugo
Del Carril, La “Gallina loca” con Lucho, Toskos que iba a
regañadientes pero era la única manera de relacionarme con mi
época, y mi club de barrio San Martín”.
INTUÍA
VINCULARSE CON EL AMBIENTE
Al
preguntarle ¿Cuándo y por qué comienza tu apego por el tango?, la
respuesta siempre es la misma: “Nací tanguero, siempre sentí que
en el seno materno se metió el duende y me cautivó”. Y lo atrapó
de tal forma que se transformó en pasión y compañero permanente:
“Yo intuía que venir a estudiar una carrera a la ciudad de Buenos
Aires, me vincularía con el ambiente y así fue de inmediato. De
hecho lo mas importante por aquellos primeros años en esta capital y
relacionarme con artistas como el poeta Horacio Ferrer, me llevaron a
formar parte de la creación de la “Academia Nacional del Tango”,
el 28 de junio de 1990, siendo en aquel momento el primer secretario
académico con 25 años de edad”.
Y
a propósito de la Academia Nacional del Tango, Piazza señala: “Las
Academias nacionales desde que el presidente Sarmiento creo la
primera, la de Ciencias en la provincia de Córdoba, cumplimos la
función de preservar el patrimonio, difundirlo, promover nuevas
manifestaciones en apoyo a que el Tango en este caso sea valorado
como lo fue en los últimos años reconociéndolo la UNESCO como
patrimonio intangible de la humanidad”.
CUNA
DE GRANDES PERSONALIDADES
Y
retornando a Pehuajó, el miembro de la Academia Nacional del Tango
considera que nuestra ciudad “no es suelo tanguero por
excelencia”, pero si “cuna de grandes personalidades en el pasado
y presente”, apreciación que trae a la memoria el nombre de
numerosos cultores de la música ciudadana en distintas épocas.
Ante
la falta de presencia de nuestro tango en programas radiales y
televisivos, y seguramente a nivel espectáculos también,
preguntamos a Walter a qué atribuye esta situación y si estima
posible revertir y que ocupe el lugar de difusión y vigencia que
realmente merece. “Por el momento -responde- noto que no despierta
interés en medios masivos tanto públicos como privados en
difundirlo. Hasta antes de la pandemia nos visitaban de todo el mundo
por la atracción de la danza y venían a tomar clases por el
atractivo que despierta en lo sensual y también por conocer este
ritmo que nació lejos del llamado primer mundo”.
-¿Es
utópico pensar que en las escuelas podría incluirse la temática de
la música argentina, tanto música nativa como tango?. Bien es
cierto que muchas veces lo que no se conoce, no se puede querer. Y su
respuesta es clara: “Es verdad que lo desconocido no se aprecia. La
educación musical en los colegios siempre fue menospreciada y ya
hace muchos años hasta excluida. Se han realizado desde la Academia
Nacional y otras instituciones reclamos al respecto y no hay
respuesta”.
CONSEJOS
Y DESEOS
Finalmente,
le pedimos consejos o sugerencias para quienes, eventualmente, tengan
deseos o intenciones de iniciarse en el cultivo del tango, y de
pronto no se atreven, ya sea como músicos o vocalistas. “Que se
informen, -afirma- que no dejen ese sentimiento de lado y si se van a
dedicar en la vida dentro del Tango como medio de vida, lo hagan lo
más profesional posible. No se puede improvisar, como si fuera a
ejercer la medicina, por decir una carrera”.
Cerramos
el encuentro con profundo sabor a dos por cuatro y Walter deja
expresiones de deseos muy especiales: “Deseo
que despeguemos como nación, inclusiva y solidaria. Cero grietas y
mas criterio en las decisiones a la hora de la conducción. Por
ejemplo, que bueno hubiera sido que las dos calles principales
llevaran una el nombre de Osmar Maderna y la otra Aquiles Roggero, y
una de las grandes avenidas de entrada Jorge Eduardo Farabolini. Copó
la parada la ingratitud y nos llenaron de nombres que no nos
representan”.
PING
PONG
-¿Un
deseo?: “Seguir”.
-¿Un
recuerdo?: “Mi padre”.
-¿Una
gratitud?: “A todos mis maestros”.
-¿Una
ingratitud?: “La balanza”.
-¿Un
rencor?: “No tengo”.
-¿Un
amor?: “Todos”.
-¿Una
frustración?: “No haber podido ser músico”.
-¿Una
esperanza?: “La vida de antes de la pandemia”.
-¿Un
reproche?: “La indiferencia de los que pueden mejorarnos la vida y
no lo hacen”.
-¿Una
ilusión?: “Llegar a ver que nuestros artistas puedan vivir del
arte”.
-¿Un
ídolo?: “Carlos Gardel”.
-¿Un
libro?: “Las venas abiertas de América latina”.
-¿Un
amigo?: “Horacio Ferrer”.
-¿Dios?:”
La esperanza de otra oportunidad”.
-¿El
tango?: “Mi gen”.
-¿La
Academia del Tango?: “Mi otra casa”.
-¿Pehuajó?:
“Los recuerdos”.
-¿Walter
Piazza?: “Que opinen los demás”.