Referencia fundacional del pueblo de San Bernardo al celebrar 124 años de vida. Precisiones del escritor Irulegui en el marco de “una situación tan inaudita como adversa, que nos ha arrinconado en la incertidumbre”.
“Sin desear ceder al engañoso sentimiento de que todo tiempo pasado fue mejor, lo cierto es que Guanaco conoció épocas de prosperidad y pujanza económicas extrañas al presente”, expresó el escritor, Profesor Ignacio Irulegui, al cumplirse un nuevo aniversario de la fundación de Guanaco.
El acto contó con la presencia de autoridades municipales, representantes de distintas entidades de la comunidad y vecinos de esa localidad. Con una breve alocución, plena de claras precisiones y mensajes, Irulegui manifestó:
No tengo otra potestad para pronunciar estas palabras más que ser y descendiente directo de un inmigrante italiano arribado a estas tierras apenas dos años después de su nacimiento como poblado, con el advenimiento de un siglo nuevo que ahora nos parece viejo, pero que, a la luz contrastante del tiempo transcurrido, nos demostraría cuánto han cambiado las condiciones. Sin desear ceder al engañoso sentimiento de que todo tiempo pasado fue mejor, lo cierto es que Guanaco conoció épocas de prosperidad y pujanza económicas extrañas al presente.
Este nuevo aniversario nos encuentra atravesando una situación tan inaudita como adversa, que nos ha arrinconado en la incertidumbre. Sacudió los cimientos de lo conocido, desestabilizó lo que creíamos estable y aceleró ciertos procesos que, a golpe de acostumbramiento, ahora nos parecen normales. No obstante, el ingenio ha prevalecido: ideamos soluciones para problemas repentinos.
El legado de Garat, si es que hay alguno, consiste en haber tenido una visión y pergeñar los medios para concretarla. Hoy nosotros aún vivimos en esa visión, la cual sin embargo tendría escasa realidad sin aquellos que, como mi ancestro, valoraron este lugar digno de oportunidades”.
-Ilustración: el profesor Irulegui haciendo uso de la
palabra y fondo fotográfico de la plaza de Guanaco y el templo San Bernardo,
captado por la recordada “Bochy Lo”.