Del TIP a la calle Corrientes

Felix Peyre
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Fue músico en la Banda Municipal. Luego lo atrapó el arte teatral. Empezó en el TIP y continuó en Buenos Aires. Superó obstáculos y con mucho esfuerzo y firmes convicciones llegó a los escenarios porteños e incursionó en cine y televisión. Todos los meses viene a su amado Pehuajó donde están sus afectos más queridos. Está satisfecho y feliz con los logros obtenidos.



Su relación con el arte comenzó desde muy chico. Tenía apenas ocho años cuando empezó a tocar el barítono en la Banda Municipal, en lo que sería el inicio de una carrera artística que hoy lo convirtió en un destacado actor de la calle Corrientes y con variadas participaciones en tiras televisivas de nivel nacional.

Martín Banegas (40) es un actor pehuajense que desde hace más de quince años está radicado en Capital Federal. Dio sus primeros pasos en la actuación en el Teatro Independiente de Pehuajó (TIP), de la mano de Jorge “Turco” Yabor, hasta llegar a la escuela de actuación de Raúl Serrano.

“Cuando era chico yo tocaba en la Banda Municipal. Empecé tocando el barítono, después me pasé al trombón y más adelante al trombón a vara. Toque desde los 8 hasta los 18, y ya ahí había algo artístico en mí. Siempre supe que iba a hacer esto. No sé si actor, pero sí sabía que la exposición era lo mío”, expresó Banegas a Mirá Pehuajó

Su llegada a la actuación fue en 1998. “Un día dije que quería hacer algo referido a la actuación, entonces le comenté a mi viejo y él lo llamó al Turco, que le dijo que cuando quiera que me llevara al TIP. Pero en ese momento era pleno enero y el teatro estaba cerrado. Días después, estando yo de vacaciones en Bariloche, llamo a mi casa y me dicen que me había llamado el Turco para que vaya al TIP”.

Ese mismo día, Martín abandonó sus vacaciones y retornó a Pehuajó. Su pasión lo esperaba. Era la oportunidad para incorporarse al teatro, y por sobre todo a la actuación. “Cuando llegué ya estaba el Turco y había varias personas sentadas en círculo. Y ahí nomás, me dice: ‘Tomá, este es el texto’. ‘De qué’, le dije. ‘De la obra que vas a hacer’, me dice. Yo no tenía ni idea. Leía tartamudeando porque no sabía qué hacer. Así arrancó mi historia”.

La obra que le tocó interpretar se llamaba ‘Humor en blanco y negro’. “Arranqué ahí y más adelante se hizo otra obra, una de (Osvaldo) Dragún, me acuerdo, y después ya me llamaron para otra más de Eduardo Rovner que se llamaba ‘Volvió una noche’, que con esa competimos en el provincial de teatro. Ganamos premios con esa obra. Estaba Oscar Pérez, trabajaba el Turco Yabor, Daniel Del Arco, Mauro Más, Bocha Pascual... La verdad que fue muy linda obra porque fue la primera vez que nos vinieron a dirigir de afuera. La dirigía Ignacio Alonso y Mirta Mansilla que ellos eran del elenco estable del San Martín”.

“Para mí es obra fue como un antes y un después porque parece que no pero cuando te dirigen de otros lados tienen otros vicios y costumbres que acá no, y te abría un poco la cabeza. Me acuerdo que ahí le dije a Ignacio que quería estudiar y me dijo ‘andate a otro lado. Andá a estudiar a Buenos Aires a la escuela de Serrano’. Ahí me decidí y salí, con una mano atrás y otra adelante. Lo único que tenía claro es que no iba a volver. Para mí volver era un fracaso”.

SU LLEGADA A BUENOS AIRES
Con el único dinero que tenía, fue a inscribirse a la Escuela de Serrano y pagó la matrícula. Allí depositó su sueño, que hoy es una realidad formando parte de destacados cuerpos actuales de teatro y participando en diversas tiras de distintas productoras, como por ejemplo Pol-Ka en Canal 13.

“La verdad que fue bárbaro. Raúl (Serrano) es increíble. Hice primer año con otro profesor que era Fernando Orecchio. Y segundo y tercer año lo hice con Raúl. Después como para mí había cosas que me faltaban quise hacerlo de vuelta. Porque uno no egresa de actor, actor uno es desde el momento en que uno quiere actuar. Bueno, malo, regular… pero sos actor”.

Según Banegas, para ser parte de la actividad “tenés que estudiar, porque si no estudiás es como todo, podés tener actitudes para hacer las cosas pero si eso no lo pulís con una técnica no se puede. Así que estudié y después hice una obra con dirección de Raúl. Eso para mí fue bárbaro. Fue un antes y un después”.

“Más adelante empecé a hacer cosas en tele, haciendo casting y casting. Siempre algo iba saliendo. A Pol-ka llegué como llegué a todo: darle, darle y darle. Es algo que se puede explicar. Es mandar material, es ir, insistir. Es una tarea de uno”, aseguró.

Y agregó: “Yo tengo más ‘no’ que ‘sí’ en la carrera. Pero no se ven los ‘no’. Sólo se aprecian los ‘sí’, cuando estás en el cine, en el teatro o la tele. Ahora la cantidad de casting que hiciste y que te dijeron que ‘no’ son muchos. Hay que bancársela, el actor tiene que aprender a convivir con el ‘no’ porque aunque parezca mentira es un gran amigo del actor”.

En televisión filmó para las tiras televisivas “Valientes”, “Sos mi hombre”, “La Lola”, “Mis amigos de siempre”, “Guapas”, “Esperanza mía”, entre otras, y compartió escenas con destacados actores como Juan Carlos Meza, Roberto Carnaghi, Alfredo Casero, Oscar Martínez y Ricardo Darín. “En esos momentos me pregunto ‘¿qué hago acá?’ porque uno cuando se va tiene la ilusión, y de repente al estar actuando con alguno de ellos siente como una responsabilidad mayor. Me tocó hacerlo cuando ya estaba preparado, porque si me tocaba a los 22 iba a estar más asustado que otra cosa. Creo que las cosas suceden en su momento”, afirmó.

TELEVISIÓN, TEATRO Y CINE
El actor pehuajense tiene experiencia en televisión, teatro y cine y señaló que existen grande diferencias entre los tres trabajos. “ En el teatro vos te movés libre, salvo con ciertas marcaciones, y en la televisión es otra cosa: tenés que fijarte donde está la cámara, qué plano van a hacer porque uno se piensa que lo ven entero, pero a veces te están haciendo un plano corto y vos te moviste diez centímetros y saliste de cuadro. Es muy distinto la televisión y el cine. Y uno que está acostumbrado al cine tiene que adaptarse. No terminás de aprender nunca en la actuación”.

Actuar es tener la posibilidad de vivir vidas de otras personas. Siempre sos alguien que no sos. Es como cuando sos chico que jugabas a los indios o a los policías. Y yo siempre digo eso a los que empiezan a estudiar, que se acuerden cuando eran chicos. Vos no pensabas que lo que estabas haciendo era mentira. La actuación es eso, convencerte de lo que estás haciendo y defender ese personaje”.

En la actualidad, Martín participá de la obra ‘Nuestro fin de semana’, de Roberto Tito Cossa, en Capital Federal. “La hacemos en la calle Corrientes frente al Teatro San Martín, que también es una cosa de la que me asombro. Todos los días que voy caminando por avenida Corrientes pienso y me hago un montón de preguntas”.

“Miro y al fondo y tenés el Obelisco, al lado mío tengo a ‘El champán las pone mimosas’ y enfrente a ‘Casa Valentina’ que dirige (José María) Muscari, tengo el Paseo La Plaza... Y te ponés a pensar que no estás a la altura de ellos, pero en el fondo somos todos colegas. Hacemos lo mismo, pasa que lo de ellos es más comercia. Estoy muy contento porque venimos desde enero. Siempre estuvo lleno, gracias a Dios”.

SUS VIDEOS VIRALES
Además de su participaciones en tevé, teatro y cine, Banegas inició un experimental recorrido actoral por las redes sociales, especialmente en Facebook. Realiza contenidos audiovisuales que causaron un asombroso nivel de viralización entre sus seguidores y amigos.

“Se me dio un día por hacer algo. Un día venía por la Nueve de Julio y estaba cortado el tránsito. No tenía por donde pasar y pregunté qué era. Me dicen que era una cumbre de Youtubers. Era una cosa impresionante, y entonces volví a mi casa con una calentura tremenda, y se me ocurrió prender la cámara para hacer un descargo. Hice un video y lo subí a Facebook para mis amigos. Lo puse y tuvo muchas reproducciones”.

Así fue el comienzo, y hoy se volvió casi en una rutina. “Después se medio por hacer otra cosa, y otra, otra… Y ahí dije ‘qué es esto’... Empecé eso porque no tenía trabajo, pero no me da plata, lo hago porque la pelota de nieve se va armando y todos me dicen ‘cuándo vas a hacer otro’, y ya te metiste ahí y lo tenés que hacer. Voy haciendo cosas que me surgen, con lo que me pasa. Es una cuestión de autogestión y de no estar quieto. Es una manera de crear, este es un personaje que le indignan muchas cosas. Es una de las tantas cosas que puedo hacer”.

“PEHUAJÓ ES MI CASA”
“Acá tengo mis hijas y vengo cada quince o veinte días. Trato de venir lo más posible. Aparte porque me gusta. Vine a festejar mi cumpleaños acá, tengo mis amigos. Mis amigos son de acá. En Buenos Aires tengo conocidos y amigos que me he hecho, pero mis amigos son de acá. Es como que uno acá tiene un idioma y en Buenos Aires hay otro. Entonces a mí me gusta Pehuajó. Hay que llevar las dos cosas: mi trabajo está allá, y mi familia, acá. Hay que combinar las dos cosas. Pehuajó es mi casa”.

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