Un lector de Mirá nos acercó la inquietud acerca de un paseo cuya identificación no es muy conocida o no ha sido muy difundida. “El paseo de las madres”, otro sitio verde de la ciudad que en este caso rinde tributo a la madre y por añadidura a la familia.
Ante la conmemoración en octubre del día de la madre o día de la familia, nos pareció oportuno hacer referencia al aludido paseo, que de acuerdo a la inscripción inserta en una especie de monolito identificatorio fue habilitado en 1969, por el gobierno municipal de esa época, con el propósito de rendir homenaje a las madres.
La habilitación del paseo se produjo justamente el tercer domingo de octubre de 1969, siendo punto de encuentro y contacto entre los vecinos que se radicaron en el barrio ATEPAM, inaugurado en 1968.
De manera que el Paseo de las madres es una realidad pehuajense que cumple 45 años. Un tributo a ese ser que tiene algo de Dios, que en la plaza principal también tiene su monumento desde 1962.
Si bien, cada día es el día de la madre, sirva esta tradición para honrarla aún más. Y como corolario decimos: ¡Madre!, simple y bella como una flor, generas vida y das amor, vives y desvives por tí y por los demás. Sos sostén de la familia, sos la reina del hogar. Hoy y todos los días, que el buen Dios te bendiga.
La madrina de ese monumento fue Juana San Vicente, una madre vasca que adopto a un bebe, al que bautizaron miguelito nacido en el año 1967 y que fuera dejado abandonado en el hospital local de Pehuajo, por una mujer que viajo de otra ciudad. Hoy ese bebe es el fontanero del barrio.
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