Ejercicio en primavera

Felix Peyre
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Aun con la inestabilidad meteorológica que venimos sufriendo este año, ya está aquí la primavera y todos hemos podido comprobar cómo desde el cambio de hora se alargan las horas de luz cada vez más y como comienza a sobrar la ropa de invierno. Esta circunstancia, sumada a la de que nuestro vestuario se torna más liviano y puede exponer más nuestras formas corporales, son dos buenas excusas para iniciarse en la práctica de ejercicio físico.

Se amplían las posibilidades porque es factible hacer actividad al aire libre y la temperatura es agradable. A la opción de apuntarse a un gimnasio se suman las posibilidades de salir a caminar, correr, pasear en bici, hacer senderismo, juegos deportivos de pelota, raqueta, etc.

Es importante elegir una actividad que nos guste, porque el objetivo es perseverar en el tiempo, aunque también es necesario darse cierto margen para entrenar la destreza y conocer la actividad antes de descartar una actividad tras la primera sesión. Una vez reafirmados en la elección de la actividad, se presenta el reto de mantener constancia.
Los gestores de gimnasios y centros deportivos bien saben de las cifras de abandono de los principiantes: algunas estadísticas cifran en 60% el porcentaje de abandono a los tres meses.

Teniendo esto en cuenta, habrá que estar atentos para poner en marcha estrategias de motivación que nos ayuden a continuar. Ya les contaremos.

Por otra parte, bien saben los practicantes habituales de ejercicio que las buenas
sensaciones que proporcionan la actividad física pueden llegar a ser adictivas. Es para ellos a menudo un hecho cierto que el ejercicio es algo que comenzaron a hacer para sentirse bien y que acaban haciendo para no sentirse mal. Casi como si se tratase de una droga de la que no pueden prescindir para sentir bienestar. Cuando se llega
a ese punto es más difícil desertar.

Ahora estamos en un buen momento de inicio, las circunstancias y las motivaciones son propicias para comenzar a ejercitarse. Si todo va bien, nos queda la esperanza – más bien la confianza-de que cuando los días vuelvan a acortarse y ya no
sea tan agradable la temperatura, a más de uno le haya sido inoculado el germen del deporte como hábito de vida.

Fuente: http://drluisalmagro.com
Espacio auspiciado por Angelo
Cipolat / Gimnasio Perfect form

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