Conjugar trabajo, deporte y servicio

Felix Peyre
By -
0


No es común, pero es así. Mario Fasciglione cumple distintos roles en la comunidad. Todos los hace con responsabilidad y dedicación. No escatima esfuerzos. Trabajador eléctrico, bombero voluntario y maratonista. Y además, se hace tiempo para cultivar tareas agrarias, los fines de semana y cuando los horarios laborales le dejan margen.

Sus íntimos lo apodan “el papero”, en alusión a su Balcarce natal. El multifacético nos permite hoy dar vida a las secciones “nuestros bomberos” y “mundo deportivo”. Y al mismo tiempo adherir al día del trabajador eléctrico, que se celebra cada 13 de julio. El trabajador responsable, el servidor bomberil y el atleta ganador. Además, activo padre de familia y abuelo.

EL EMPLEADO
Con cuarenta y ocho años, Mario Fasciglione aprendió a administrar sus tiempos. Casado, padre de cinco hijos y abuelo de cinco nietos, tiene que dividir las veinticuatro horas del día entre sus trabajos en la Cooperativa Eléctrica, su labor como bombero voluntario y su pasión por el atletismo. Le gusta y lo hace.

Mario es oriundo de Balcarce y llegó a Pehuajó en 1984 por razones laborales. Trabajaba en el campo, manejaba tractores y cosechadoras. Las causalidades de la vida hicieron que conozcan a su actual mujer. Decidieron casarse y vivir juntos en tierras pehuajenses, donde permanecen hasta la actualidad.

Antes de trabajar en la Cooperativa Eléctrica de Pehuajó, fue empleado de la empresa que realizó el acceso a la localidad de Mones Cazón. Finalizada esa tarea, Fasciglione se sumó al Departamento Eléctrico de la entidad local y este año, se cumplen veintitrés años de su debut, y uno menos, que se desempeña en el servicio guardia de la institución.

“Trabajé siempre en el eléctrico. Aprendí el oficio trabajando en la Cooperativa. No era electricista ni nada similar, apareció el trabajo y cuando lo empecé a hacer me gustó”, asegura, y acota: “siempre trabajando en la calles, en las redes. No es fácil pero no es complicado tampoco. En el trabajo de la electricidad no podés estar dormido, tenés que estar siempre con los ojos bien abiertos porque no sé ve la electricidad. Y así y todo, personas con mucha experiencia hay tenido accidentes”.

Sus primeros contactos con la ciudad fueron por cuestiones laborales. Le gustó su gente, encontró el amor y se quedó. “La gustó la gente de Pehuajó. Cuando yo venía a trabajar acá, la gente de Pehuajó es muy buena”.

EL ATLETA
Su pasión por el deporte nació en Balcarce. Mario fue maratonista en su ciudad natal hasta los dieciocho años. Abandonó por cuestiones laborales y retornó a la actividad, en Pehuajó, cuando tenía treinta y cinco años.

“Llevo trece años en la segunda etapa como maratonista. Es una cosa que me gusta, es complicado el entrenamiento porque se entrena todos los días solo pero me gusta mucho. La persona que hace ejercicios no precisa pastillas, se tranquiliza, se equilibra, tiene una pila de cosas que uno las puede canalizar con el deporte, con algo que a uno le gusta”.

Fasciglione ama competir. Sale a ganar en todos los escenarios de la región. Entrena y busca los primeros puestos de su categoría. Es su costumbre y así actúa: “cuando voy a una maratón voy a competir. A trotear no voy. Me gusta la competencia, soy re competitivo. Dependerá de la edad y del entrenamiento que realices en qué situaciones andarás bien”.

“Siempre me gusta más un trofeo que el dinero pero me gusta la competencia. El que llegó adelante mío fue porque es mejor, pero no por yo lo haya dejado. Tengo varios segundos puestos, terceros, cuartos, y algunos primeros. Tengo tres generales ganadas, que es lo máximo. La maratón le tiene que gustar a la persona que quiere empezar porque no es redituable, mucho entrenamiento, mucho desgaste físico y responsabilidad. Pero son cosas lindas, siempre hice lo que me gustaba”, sostiene, satisfecho por lo logrado.

EL BOMBERO
¿Por qué elegiste ser bombero? “Siempre me gusto ser bombero. Teníamos un compañero, Marcelo Santino, que trabajábamos juntos en la Cooperativa y él quería hacer el curso y fui a acompañarlo. Le dije “te acompaño tres o cuatro clases y después yo me voy”. Resulta que fue al revés, el me acompañó a mi y hace diecisiete, dieciocho años que soy bombero”, relata Fasciglione.

Mario destaca su pasión por la actividad bomberil y explica que “lleva tiempo y son responsabilidades que son pesadas para uno, responsabilidades muy grandes. Ser bombero tiene muchas responsabilidades, que uno cuando empieza por ahí no las ve pero cuando va pasando el tiempo se va dando cuenta de muchas cosas. Diez puntos no se pueden hacer las cosas, pero hay que hacerlas lo mejor posible. A mí bombero me gusto mucho y lo tenés que sentir y es muy raro que bombero alguien que no lo siente”.

La experiencia como bombero lo hizo madurar y mejorar su performance en el servicio a la comunidad. “Ni bien empezás la sirena te da mucha adrenalina, después con el tiempo te vas tranquilizando y te das cuenta que ante el toque de la sirena vos tenés que estar tranquilo para ir a un servicio porque sino puede ser que lo que vos tenías que hacer, van a tener que venir a hacerlo con vos porque podés tener un accidente. Cuando se es nuevo hay que tener mucha prudencia; pero al ser bombero, más que en otras cosas”.

El balcarceño recalca el trato recibido en el cuartel de bomberos y señala que “tengo la suerte de haber tenido muy buenos jefes y compañeros, siempre nosotros en bomberos nos damos buenos consejos entre nosotros. Hay gente espectacular en bomberos, como también en la Cooperativa. Pero bomberos se caracteriza por eso, por tener muy buena gente”.

“Sos voluntario. Yo veo a los pibes nuevos y cuando se pusieron la ropa se la miraban y la alegría que tenía de vestir la ropa de bombero. Es muy lindo, a mí me gusta mucho. Uno va y termina de hacer el trabajo, está con la gente y se lleva esos problemitas que tienen otros. Hay que saber sacarlo, conversarlo. Es doloroso pero hay que asumirlo. Alguien lo tiene que hacer, otros harán cosas por nosotros”, afirma.

Para finalizar, Mario no pasa por alto la función que cumple el entorno familiar en la vida de un bombero: “la familia te tiene que aguantar, porque muchas veces estás en una fiesta y tenés que abandonar todo e irte a los Bomberos. Hay veces que son quince o veinte minutos, y hay veces, quince o veinte horas. No tenés tiempo ni de salida ni de regreso. Así que sos bombero las 24 horas. Sin el apoyo de la familia no podés ser bombero”.

La actividad atlética es fundamental en su vida. En toda competencia local y zonal, está presente. Y el entrenamiento es una constante.

LA FAMILIA FASCIGLIONE
"Qué difícil escribir lo que sentimos por papi. Somos 5 hermanos y nos enseño, con su ejemplo, los mejores valores que puede tener una persona. Nos enseñó a trabajar a todos por igual, a luchar y a ganarnos lo que queremos, a respetar al otro, y por sobre todas las cosas el concepto de FAMILIA. Un orgullo y una persona a la que un, GRACIAS de por vida queda muy chiquito".

Es el sentimiento de sus hijos Daniel, Alan, Natalí, Denise y Jael; su esposa, Marcela; y sus nietosAlex, Lucila, Federico, Estefano y Emma.

Publicar un comentario

0Comentarios

Publicar un comentario (0)