Rubén Adolfo Pérez (63), es oriundo de Henderson, radicado en Pehuajó. Es Contador Público, habiendo desarrollado diversas tareas, pero hace algunos años incursionó en el mundo de la literatura y la música, concretando diversos aportes.
A modo de introducción, evoca los tiempos de la niñez y la juventud. “Mi infancia y adolescencia transcurrieron en la vecina ciudad de Henderson. Nací en el nosocomio local en la fría madrugada del 11 de mayo de 1960. Soy el segundo hijo, de cuatro varones, del matrimonio constituido por Josefa (ama de casa) y Adolfo (chofer de camiones)”.
“Recuerdo aquellos años haberlos vivido con intensidad. A temprana edad conocía los números, sumaba, restaba, multiplicaba y dividía en el aire”, condición que a nuestro entender vislumbraba la profesión elegida.
INQUIETUDES ARTÍSTICAS
Pero Rubén cultivó y cultiva inquietudes artísticas en el campo de la literatura y la música. “Estudié piano, teoría y solfeo con la profesora Yolanda Rolando, y fui autodidacta de la guitarra y el canto. Además, de mis reminiscencias, traigo el gran compromiso con los estudios, tanto en primaria, secundaria como universitaria donde fui abanderado, escolta y acompañante de la bandera, respectivamente”.
¿Cuándo y por qué se manifiesta tu vocación por escribir?: “Mi vocación por escribir se manifestó a edad madura, alrededor de los 46 años de edad. Provenía de las “ciencias duras” donde los números son los protagonistas. Pero, existió un hecho puntual que activó mi pasión por las letras y fue el curso de “Narrativa oral” que dictó la Profesora María Heguy en el Salón Blanco de la Municipalidad de Pehuajó”.
Sin duda un particular estímulo para abrir una nueva etapa, que más tarde se fortalece. “Tiempo después, fui invitado por Esteban Fauret para sumarme a un evento por el “Día de los enamorados” que se desarrolló en el andén de la Estación del Ferrocarril. Allí cerré el show declamando el poema “Tu risa” de Pablo Neruda con música de Richard Clayderman. Ello me valió elimiento de los escritores locales para invitarme a la Feria Internacional del Libro en Buenos Aires, donde recité dos poemas. Para volver decidido a escribir con vocación”.
TRADUCIR SENTIMIENTOS EN PALABRAS
Al consultarle si siente necesidad de escribir o es una rutina espontánea hacerlo, afirmó: “Escribo en forma permanente. Preferentemente en el silencio creativo de las madrugadas. Muchas veces surge esa necesidad de poner en palabras sentimientos, hechos y emociones que a diario se manifiestan en las vicisitudes de la vida y con el recuerdo intacto del pasado fuente de muchas de mis inspiraciones poéticas”.
PREFERENCIAS Y EL ESTÍMULO DE LAS DISTINCIONES
Ampliando conceptos en cuanto a preferencias temáticas, Pérez sostiene: “En mis preferencias están presentes la música, la naturaleza, las emociones y los sentimientos. Porque he estudiado música desde pequeño, he participado en el Coro Municipal Joaquín Medel durante una década y he compuesto la música de una veintena de poemas de diversos autores”.
Se considera “gran observador de los paisajes que incluyo en las creatividades, y escribir es el cable a tierra que mejor expresa mis emociones y sentimientos. Con respecto a su participación en eventos competitivos, estima que “En general, debo reconocer que la competitividad es positiva para crecer. Haber obtenido dos primeros premios internacionales con mis obras “Búscame en Budapest” y “La inspiración de Madame Ivonne” me ha dado empuje a seguir creando. Aunque amo la poesía, los premios llegaron desde la narrativa”.
APRENDER MÁS DEL ERROR QUE DEL ACIERTO
Acota además que “aquellas producciones no premiadas dejan enseñanza y la oportunidad de mejorar. Se aprende más del error que del acierto” y al pedirle - ¿Qué le diría a alguien que tiene deseos de incursionar en el mundo literario y no se anima?, manifiesta:
“Voy a responder con palabras que, en vida, me dejó la Profesora Marta Bonora: “Deja que las letras fluyan desde el interior del alma”. Es cuestión de empezar y no desilusionarse. Los pasos se dan de a uno y así poco a poco se avanza en este maravilloso espacio literario. Una sugerencia para el que tenga tal deseo, es que comience leyendo a otros autores para aumentar el lenguaje y mejorar la redacción”.
Finalmente, al consultar si actualmente tiene algún proyecto en particular, lego de señalar: “En pandemia, obtuve un primer premio en el rubro “Guion” en el concurso local “Las letras nos unen” con el texto del cortometraje “Las fantasías de Osmar Maderna”, remarca “Me encantaría hacer la película que vengo difiriendo desde hace dos años por motivos ajenos a la cultura”.
Por último, Rubén expresa “He sido autor-editor de dos de mis libros: “Romance en tiempo de baladas” y “Romance de los sueños”. El primero parte de la estación de los sueños y culmina en la felicidad; mientras el segundo, hace el camino de regreso. En el avance de los libros va recreando una poesía en cada estación por el paso de un tren imaginario”.
Quienes deseen comunicarse, pueden hacerlo a través de las redes sociales:
https://www.facebook.com/identidadse, https://www.instagram.com/rubenperez3554/ https://www.youtube.com/@rubenadolfoperez2991
PING PONG
-¿Un deseo?: “Crecer culturalmente”.
-¿Un recuerdo?: “El piano de la casa paterna”.
-¿Una gratitud?: “Haber conocido a Esteban Fauret”.
-¿Una ingratitud?: “La ironía de algún ignorante”.
-¿Un rencor?: “No guardo rencor”.
-¿Un amor?: “Mi esposa Silvia”.
-¿Una frustración?: “Pérdida de un trabajo”.
-¿Una esperanza?: “La creatividad latente”.
-¿Un reproche?: “Haber llegado tarde al mundo de las letras”.
-¿Una ilusión?: “Viajar por Europa”.
-¿Un ídolo?: “Marwán, escritor y cantautor español”.
-¿Un libro?: “Inventario uno” de Mario Benedetti.
-¿Un amigo?: “Cristian Galeano”.
-¿Dios?: “Jesucristo”.
-¿Pehuajó?: “Mitad de mi vida”.
-¿ Rubén Pérez?: “Poeta, narrador y músico”.
MAÑANA DE OCTUBRE
(SONETO)
La mañana de octubre y de azahar,
perfumada de pimpollos de rosas;
en aromas de heno, gotas acuosas:
la naturaleza inmensa y estelar.
Primavera a la vera de la mar,
esbelta estación con flores hermosas;
va dando vida y belleza a las cosas:
un paisaje invitando a caminar.
Allí te encontré, entre el sol y la brisa,
vivencia primaveral de un amor
del tierno tiempo del beso y la risa.
Aquello que, olvidado por la prisa,
por nuestro convivir con el dolor:
sólo sabe de robar tu sonrisa.
Rubén Pérez
