Está ubicado a tres cuadras de la plaza principal, en calle Alsina entre Ascasubi y Gorriti. Reúne caracteristicas de valor histórico. Detalles acerca de la centenaria construcción que motiva espontánea curiosidad.
Forma parte de las viviendas de mayor antigüedad en la ciudad. Lo llaman "El Castillo" y verdaderamente reúne características afines. No hay precisiones concretas en cuanto al origen. Las estimaciones coinciden en señalar que supera largamente los 100 años de existencia. No ha sido factible obtener datos concretos sobre el constructor.
Durante muchos años fue propietaria la señora Justa Luisa C. de Morganti, quien fuera la primera mujer martillera pública matriculada. Luego, la planta baja fue comprada por una familia de apellido Tettamanti y la planta alta por el Sr. Ángel Erostegui.
En el año 1994, adquiere la planta baja el Sr. Oscar Moya, ya fallecido. Y en la actualidad habita el histórico lugar, su esposa Delia Jover, si bien el inmueble ya se encuentra a nombre de sus hijas herederas. La señora Jover comparte el ámbito de referencia con su compañero Nino Gaute, mientras que la planta alta se encuentra alquilada.
Recorrerlo y observar detenidamente sus detalles es evocar una época notoria de construcciones. Se destacan ornamentos muy particulares, tallas en cemento sobre armaduras del medioevo. Algunas muy bien mantenidas, otras con evidente deterioro por efecto del tiempo transcurrido.
Pehuajenses que pintan canas recuerda tiempos de esplendor del castillo, especialmente cuando vivía la familia Morganti.
Especialistas en arquitectura sostienen que en aquellos tiempos, no había estilos definidos, época ecléptica donde se producian mezclas de cosas francesas, italianas, y se concretaban similitudes de castillos. Se ensamblaban y la mezcla de estilos era muy común. Provalecía una impronta proveniente de algún país y se aplicaban en construcciones edilicias.
Es evidente que el Castillo de la calle Alsina reúne innegables características históricas. Sería importante tenerlo en cuenta cuando, eventualmente, autoridades legislativas o ejecutivas analicen aspectos y sitios de valor histórico pehuajense, digno de ser incorporado al patrimonio arquitectónico de la ciudad.
