Transitar en sulky sin patente o en bicicleta por la vereda

Felix Peyre
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Sencilla evocación de un tiempo cuando se transitaba en sulky y se requerían patentes para las bicicletas. Connotaciones para reflexionar sobre procederes y actitudes humanas.


Despacito y por la orilla, como sulky sin patente”, reza un antiguo refran tradicionalista, que evidencia una gran verdad de otros tiempos, cuando era común y frecuente el uso del criollo sulky por parte de pobladores radicados en zonas rurales y el uso de la bicicleta en los pueblos.

Tanto sulkys como bicicletas requerían estar patentados, conforme a las ordenanzas municipales vigentes. Seguramente muchos vecinos conservan, como recuerdo, aquellas patentes de chapa, que habia que renovar todos los años.

Oportunamente, vimos algunas de sulky entre los ornamentos de la pulpería “Rastrillada del pampa”. También en las bicicleterias Esteban y Cueto. Sin duda, testimonios de gran valor histórico.

Al evocarlas, además de favorecer su conocimiento por parte de las nuevas generaciones, rendimos tributo a numerosos pobladores que fueron protagonistas en aquellos tiempos, ya sea manejando un sulky o una bicicleta por las calles de los pueblos.

 

ALGUNOS DATOS

La convecina Amalia Parra, que estuvo 40 años en la Oficina de Transito y Patentes de la Municipalidad de Pehuajó, en el año 2013, entrevistada por “mirá”, acotó que “las patentes eran de chapa y venían en una caja enorme. Había gente que era muy cumplidora con las patentes y algunos querían la número 1. La gente de campo venía puntualmente a sacar la patente para sulky, chata o charret”.

Por otra parte, en la ordenanza fiscal del año 1922, se establecía que un sulky o charret con capota, pagaba 16 pesos de patente y 12 si era sin capota, mientras que las bicicletas de hombre pagaban 5 pesos y las de niños 3 pesos.


NO TODOS ESTABAN EN REGLA 

No todos podian cumplir con los reglamentos municipales. Cuando se realizaban controles había que evadirlos de alguna manera. Y así tallaban los refranes “Despacito y por la orilla, como sulky sin patente” o “En bicicleta por la vereda y sin patente”.

Y como todo refrán, muchas veces fueron propicios para aplicarlos a determinados procederes y actitudes humanas. Cuántas veces se opta por eludir responsabilidades o disimular errores y cuántas veces se transita en bicicleta y en contramano…

Bienvenida la evocación de las patentes, para reflexionar sobre tantas actitudes y procederes de la vida cotidiana o acerca de sentimientos de culpa que laten interiormente, aunque siempre habrá quienes transiten “despacito y por la orilla como sulky sin patente” o “bicicletear en contramano o por la vereda”.

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