Se recibió de Profesora de Educación Física ISFD y T n°13 de Pehuajó, Guardavidas en el CEF n° 18 de Trenque Lauquen, Instructora y Entrenadora de Natación en Rosario. Se llama Macarena Hernández (33) y además de su tarea docente, es activa deportista e integra el Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Pehuajó
El deseo se ser bombero se había manifestado desde muy joven. “Quería ser bombero cuando terminé la secundaria –dice Macarena- mientras transitaba la carrera de Educación Física, pero en dicha oportunidad no había cupo de mujeres en Pehuajó. Luego se me presentó la posibilidad de hacer el curso en la villa turística Casa de Piedra, de La Pampa donde trabajé de guardavidas, terminé el curso pero antes de comenzar a ejercer volví a mi ciudad.
En ese momento en Pehuajó se realizaba el curso con mujeres, pero no me coincidían los horarios con el profesorado de Física que ya había comenzado. Como todo lo que uno desea llega, en el año 2018 mientras cursaba el último cuatrimestre del profesorado de Física, se abre nuevamente el curso donde me inscribo y logro llegar hasta el final”.
El profesorado de educación física y la capacitación para lograr el ingreso al Cuerpo de Bomberos, tuvo sus vaivenes. “El período de capacitación tuvo tres etapas diferentes. Al principio, me costó mucho por el cansancio de salir del instituto y entrar al curso, y salir del curso y según la hora, volver al instituto. Luego al terminar de cursar en el Instituto ya no costaba tanto. En el medio me operé la rodilla porque quería estar al 100 % el día de mi incorporación. Después de las vacaciones ya en el 2019 lo disfruté mucho más porque inicié el año con los horarios alineados para poder terminar bien el curso de ingreso”.
EL CULTIVO DE RESPETO Y HUMILDAD
Y después vino el deseado día del ingreso al cuerpo bomberil. Al preguntarle ¿Recordás el día de la incorporación, seguramente fue muy especial para vos?, responde feliz: “¡SI! fue un día muy especial, me acompaño mi familia y algunos amigos. Lo más lindo fue compartirlo con mis viejos que siempre dieron lo mejor para mi educación y formación como persona. Ellos me enseñaron el respeto, la humildad y siempre hicieron lo imposible para ayudarme a cumplir mis metas, apoyándome en todas las decisiones”.
Siempre en la vida de un bombero voluntario la primera salida ocupa un lugar especial en los recuerdos. Macarena luego de acotar “Me costó mucho llegar al primer servicio, ya que con mi trabajo estoy muchas horas en la escuela o a cargo de grupos de chicos, y a esto se suma que vivo bastante lejos del cuartel”, señala: “Recuerdo que el primer servicio fue un sábado o feriado (no recuerdo exacto) a la mañana- Estábamos haciendo mandados con dos amigas y me llevaron hasta el cuartel, iba muy nerviosa porque sabía que por estar cerca esta vez llegaba a subir al móvil, fue un incendio en un campo cerca de Guanaco, que estuvimos varias horas, los que estaban a cargo me ayudaron y orientaron para que pueda participar, volví muy conforme y pensando que se hizo esperar, pero "misión cumplida".
MEZCLA DE NERVIOSISMO Y ADRENALINA
Si bien tu trayectoria en el Cuerpo es reciente, ya superó el año de antigüedad, entre las intervenciones realizadas hasta ahora, Macarena rescata una muy significativa: “Soy muy nueva, pero tuve la oportunidad de ir a un rastrillaje a la laguna de Berutti, es una de las cosas que más me interesan, mi lugar es el agua, nadé aguas abiertas en varios lados, soy Guardavidas, entreno chicos en natación, me gusta andar en kayak y demás, todo lo relacionado al agua lo disfruto mucho y agradezco que siendo tan nueva me hayan dado esa posibilidad”.
Salvar una vida, una propiedad, deparan sensaciones muy especiales. Hernández, entre otras, siente “muchas ganas de aprender más y tener experiencia para poder actuar mejor la próxima- Y cuando escucho la sirena y estoy dando clases, me quedo con muchas ganas de ir. Cuando la escucho y puedo ir, es una sensación difícil de describir, una mezcla de nerviosismo, adrenalina. Estando lejos o cerca parece eterno el tiempo para llegar hasta el cuartel”.
Al concluir el encuentro, remarcamos el rol de sus seres queridos en relación al servicio solidario que ejerce. “Mi familia me acompaña, les gusta lo que hago, siempre me apoyaron las veces que me quise anotar y el día que me entregaron el casco me di cuenta que lo vivían igual que yo, desde su lugar”.
A modo de mensaje para quienes tengan deseos de ser bombero voluntario, Macarena es clara y contundente: “Que se anime, no es fácil, personalmente me costó mucho adaptarme cuando empezamos a ser activos, pensando que no podía cumplir. Personas dentro del cuartel me alentaron y ayudaron para seguir. Con intentar no perdemos nada, con el tiempo sabremos si es o no para nosotros ser bomberos, pero hay que intentarlo, no quedarse con el deseo y la duda de qué hubiera pasado si lo hacía, hacelo!”.
En evidente que siempre lo que se desea en la vida se logra. Solo es necesario buena voluntad, coherencia y perseverancia. La experiencia de Macarena Hernández es elocuente y merece ser tenida en cuenta.
PING PONG
-¿Un recuerdo?: “La primer competencia nadando en el río Uruguay”.
-¿Un deseo?: “Que las personas sean felices”.
-¿Una ingratitud?: “Cuando desprecian a nuestro país”.
-¿Una gratitud?: “Dedicarme a lo que me gusta”.
-¿Un amigo?: “No podría nombrar uno solo”.
-¿Un rencor?: “No tengo”.
-¿Un amor?: “La vida, la familia”.
-¿Una esperanza?: “Que todos puedan vivir mejor”.
-¿Un libro?: “El alquimista”.
-¿Un ídolo?: “Georgina Bardach”.
-¿Dios?: “Siempre está”.
-¿Pehuajó?: “Mí hermosa ciudad”.
-¿Bomberos Voluntarios?: “Vocación”.
-¿Macarena Hernández?: “Profe”.
