“Papelito” bohemio y soñador, ícono de sencillez y humildad

Felix Peyre
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Hace 10 años dijo adiós a la amada carpa del circo y siguió sus espectáculos en clubes de la zona. Revive experiencias y sus personajes en una emisora de radio. Su vida se conoce en el mundo a través de un exitoso documental. Afectuoso recuerdo de Pehuajó y su gente.



Carlos Brighenti, más conocido por el afectivo apodo de "Papelito", durante cuatro décadas recorrió con su circo toda la provincia de Buenos Aires y parte de Santa Fe. Con envidiable sinceridad y humildad llevó alegría hasta las localidades más pequeñas. La carpa de su circo tradicional cobijó a varias generaciones y siempre extendió su mano solidaria, tanto a entidades de bien público como a vecinos con recursos limitados, para que todos sintieran y vivieran, la magia y el encanto del circo.



EL MUNDO CONOCIÓ A “PAPELITO”

Sebastián Giovenale, siendo niño vio actuar a "Papelito". Ahora cineasta, hizo el documental  sobre la vida del popular payaso.


Oportunamente, el cineasta Sebastián Giovenale, que lo conoció siendo niño, filmó un documental que refleja la vida de Papelito y su amado circo criollo. La producción de referencia, que logró una sorprendente repercusión a nivel internacional, evoca los primeros pasos de Papelito en el atrapante mundo del radioteatro, su partida de Norberto de la Riestra cuando apenas tenía 11 años, su tarea en la entonces Radio Porteña y toda su trayectoria circense que consterna y emociona.

En los últimos tiempos, antes del aislamiento social que vive el país, Papelito siguió cultivando su pasión circense y seguramente lo seguirá haciendo hasta que Dios lo permita. Ahora alejado de la carpa y las casillas rodantes, exhibe su espectáculo en clubes, en instituciones barriales de toda la región. Su últimas presencias en el partido de Pehuajó fue en el club San Martín y en la localidad de Nueva Plata.

El documental que cuenta su vida, su hermosa historia en un mundo de lona, aserrín y esfuerzos compartidos, alcanzó gran repercusión. Ha sido exhibida en festivales de cine realizados en Estados Unidos, México, Rusia, Italia e Israel, y se proyectó recientemente en el canal de youtube de la Biblioteca Nacional.


"DESDE CHIQUITO QUERÍA SER ARTISTA”



"Mirá" se contactó con Papelito, quien hizo un alto en la tarea radial que lleva a cabo todos los días, en su propia emisora de radio que le permite recrear sus personajes, sus vivencias y mantener vivo el contacto con sus amigos y simpatizantes. Gratamente sorprendido por el reencuentro y los hermosos recuerdos de Pehuajó y su gente.

Respecto a la película se manifestó feliz, complacido. "Me hizo rememorar muchas cosas que había vivido y me conmovió que un muchacho que de chico había visto mi show en Bragado, su ciudad, tantos años después se seguía acordando de mí y me invitó para hacer semejante homenaje a través del documental".

"Soy músico, toco acordeón y la guitarra. Soy imitador y fui payaso toda la vida", exclama y acota: "desde chiquito quería ser artista. A los 11 años me fui con una compañía de radioteatro y cuando tenía 21 años una tía me llevó al circo "Capicua" (que también marcó trayectoria en toda la provincia) y ahí aprendí de todo".


EL PLACER DE ARMAR EL CIRCO 

El circo criollo "Papelito", la última vez que estuvo en Pehuajó. Fue en el año 2008.


Pasaron unos años y arma su propio circo en la ciudad de Junín. "Armé una carpa con telas de bolsas, que se usaba en los gallineros". Quizás no imaginó alcanzar tanto éxito. Hizo de todo en el circo y conquistó público de todas las edades. "Cuando empecé la gente se traía su silla. Hacía la propaganda del circo en una bicicleta, usando una bocina sin bocha que me servía de amplificador".

Junto a su pareja que era contorsionista realizaba todo el espectáculo. "Ella -recuerda- comenzaba con su número y después yo actuaba dos horas solo. Era payaso, hacía un número de magia, cantaba canciones cómicas, imitaba y actuaba como ventrílocuo con mi fiel muñeco Papelón, que aún sigue conmigo".

Multifacético, humilde, querible, siguió creciendo y regalando alegrías. Como dijo un periodista "No tendrás una carpa lujosa, no tendrás alfombra en la pista del circo, las sillas son viejas y se caen, vas en un camión viejo, pero este fin de semana, los niños se rieron y se divirtieron con ese payaso y eso no tiene precio en la vida”.

Su circo siempre cobró una entrada muy barata y reconoce que nunca fue "Buen negociante. Me conformaba con que alcanzara para mantener mi familia" y los niños dominaban siempre sus sentimientos. "Muchos chicos no tenían para pagar la entrada. Los hacía pasar gratis y cuando terminaba la función me iba a la puerta y le daba un beso a cada. Eran parte de una familia".


POR ENCIMA DEL DINERO EL CARIÑO DE LA GENTE


Vivió épocas de estrechez económica, especialmente durante los inviernos y para mantenerse tenía que vender algunas cosas. Ahora, reflexivo, sostiene: "No me arrepiento. No me interesaba ni me interesa el dinero, lo que me interesa es que la gente se acuerde. Que me digan que venían a verme cuando eran chicos y hoy llevan a los nietos a mis nuevos espectáculos".

Más claro "Papelito" imposible. Los tiempos cambiaron y los circos también. Los que subsisten son de otras características. Ya no quedan circos chicos como el que gestó
Carlos Brighenti. Solía quedarse dos meses en un pueblo y hacía funciones todas las noches. Hoy solo trabajan los fines de semana y su mantenimiento es complicado.

El circo "Papelito" es un hermoso y ejemplar recuerdo. Cuando se aplicaron normas muy exigentes, luego de la tragedia de Cromañón en el año 2004, todo se complicó y no todos podían cumplirlas. Y el desprendimiento fue duro. "Yo había fabricado todo, todo artesanal. Mis hijos me ayudaban a soldar las casillas, armaba el frente del circo, armaba las lonas y hasta hacía los dibujos y las letras de las casillas, compraba maderas en un aserradero, las cortaba y armaba las sillas".


UN ADIÓS QUE DOLIÓ


Corría el año 2010 y el sostenimiento del circo se hizo imposible. No había recurso que alcanzara. Papelito decide el doloroso cierre. Le propone a los hijos que sigan ellos, pero dijeron no, seguir sin el creador no tenía sentido. En noviembre de ese año vendió todo. "Con la plata que me quedó me compré un auto -señala- solo para seguir haciendo mis espectáculos por los pueblos".

El desenlace no fue fácil. Dolió ver "cómo se separaba la familia y mis hijos se iban cada uno a su pueblo", comenta con un dejo de nostalgia. Se extraña, cuesta acostumbrarse, pero la realidad manda. Por las noches, Papelito sueña con el circo. Se reviven momentos y aparecen los empleados, los amigos cultivados y el cariño del público.

Al mirar el documental de Sebastián Giovenale, que conoció el circo siendo niño, se escapan lagrimones. Papelito le cuesta asimilar que una "historia tan simple y sencilla podía cautivar tanto a la gente". Y aquí se revive su humildad de la que jamás se apartó.

Los sentimientos perduran. El artista de radioteatro, el cantor, el imitador, el mago, el payaso, siempre está. Nuestro homenaje y agradecimiento en nombre de varias generaciones pero especialmente de aquellos niños que no podían pagar la entrada al circo y gracias al alma buena y generosa de "Papelito" sonrieron y fueron felices.



PING PONG

Vino la inesperada cuarentena o aislamiento social y se paralizaron los espectáculos. Papelito sigue vigente a través de una radio (https://www.fmfiestapapelito.com.ar), allí en Rafael Obligado, partido de Rojas, donde ahora reside.

¿Un deseo?: "La felicidad de la gente"
-¿Un recuerdo?: "Mis padres!.
-¿Una gratitud?: "A Dios y a la vida".
-¿Una ingratitud?: "Que no me quieran".
-¿Un rencor?: "No tengo".
-¿Un amor?: "Mi familia, mis hijos, mi esposa, mis nietos y mis amigos".
-¿Una esperanza?: "Que todos sean felices en la vida".
-¿Un reproche?: "No tengo".
-¿Un ídolo?: "Luis Sandrini".
-¿Un amigo?: "Todos los que me quieran".
-¿Dios?: "Lo más grande de mi vida".
-¿El circo?: "Mi otra pasión".
-¿FM Fiesta Papelito?: "Llevar con orgullo el apodo de mi padre, que nada tenía que ver con el circo, era canillita".
-¿Rafael Obligado?: "El pueblo que amo a pesar del poco tiempo que estoy viviendo".
-¿Carlos Brighenti? : "Un loco, bohemio y soñador, que ama su profesión. Ama a los abuelos y los niños. El creador del ser "Papelito", un humilde artista.




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