EL RECUERDO DE NÉLIDA Y ANDRÉS

Felix Peyre
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Disfrutaron de la senectud de la mejor manera, aferrados a sentimientos que supieron compartir aunque provenían de mundos muy diferentes. No importa si fueron novios o amigos. Borraron de sus días la palabra soledad. Se comprendían y respetaban. Nélida y Andrés hoy nos miran desde el cielo. Una lección de vida late sobre la tierra para regocijo de los enamorados.



En diciembre de 2011, tuvimos el placer de compartir un hermoso encuentro. El mensaje de sus vivencias fue propicio para exaltar la esencia de la navidad. Ahora, febrero de 2014, con motivo de la celebración de “San Valentín”, nos propusimos un reencuentro con Nélida Odriozola y Andrés Verti. Pero físicamente no fue posible. Ambos, nos ganaron en el tránsito a la eternidad.

Se fueron en silencio. Primero Andrés, el 15 de octubre de 2012. Luego Nélida, el 28 de agosto de 2013. Vivieron una historia de amor muy especial. Él tenía 82 años; ella, 94. Nunca formalizaron pareja. Siempre fueron novios o “amigovios”. ¬Se conocieron en una pensión de abuelos y pese a provenir de dos mundos muy distintos, fueron capaces de entenderse y compartir los últimos años de sus vidas. Nélida, coqueta, elegante, femenina, había sido pianista y bailarina, provenía de una familia pudiente. Andrés, campechano, serio, pero pícaro, fue toda su vida trabajador rural.

Vivieron en distintas pensiones. Se veían casi todos los días. Caminaban por plaza Rocha y plaza Italia. Charlaban largos ratos sentados en un banco. Los fines de semana concurrían a una confitería, y si el dinero alcanzaba, iban a cenar a un restaurant. Para ello, como la jubilación no alcanzaba, Andrés llegó a limpiar 14 veredas por semana.

Los achaques de salud se incrementaron y los encuentros y paseos se limitaron. A fines de 2012, Nélida comenzó a extrañar la ausencia de Andrés. Quienes la cuidaban no se animaban a decirle que había fallecido. Finalmente lo supo y ella también partió.

En este mes, cuando se rinde tributo al amor y a la amistad, place evocar a la longeva pareja que nos dejó un claro mensaje. El amor es un torrente que todo lo puede, que no hace distinciones de clases sociales. No tiene edad porque los años son apenas un estado de ánimo. Es, simplemente, el puente entre dos almas.


PALABRAS DE NÉLIDA Y ANDRÉS, CUANDO “MIRÁ” COMPARTIÓ UN ENCUENTRO EN PLAZA ITALIA, EN DICIEMBRE DE 2011:

-“Soy Nélida Odriozola. Nací en Mones Cazón pero me fui muy joven a Buenos Aires porque no me gustaba la localidad. Me quedé más de 50 años y después mi hermano me hizo venir otra vez a Mones Cazón y como no me gustó, me vine a Pehuajó.
“Nunca trabajé. A mí, mi familia no dejaba hacer nada. Teníamos tres sirvientas. Éramos gente de mucha guita”.
-“En Buenos Aires fui bailarina, pianista. Como bailarina de tango gané un concurso en una confitería de lujo del Barrio Norte. Fueron muchos los años que he bailado. He disfrutado mucho la vida.
-“Cuando bailaba me tenían mucha envidia. Porque cuando iba al baile, las demás se quedaban planchando y era la única bailaba”.
-“He tomado mucho whisky y fumaba tres atados de cigarrillos por día porque andaba con un Teniente Coronel. Él se quería casar pero no quise. Pero no me casé nunca. Nunca quise casarme con nadie”.
-“Somos longevos, todos pasamos los noventa años. Somos de vivir mucho tiempo y bien. A mí nunca me vas a sentir decir que me duele algo o que no tengo ganas de salir”.

-“Me llamo Andrés Ramón Verti. Yo era de Guanaco. Trabajé en la Estancia Nueva Escocia, en la estancia San Juan, en La Armonía. También anduve tractoreando, cosechando, sembrando por los campos”.
-“También trabajé como alambrador. Siempre los patrones me decían que tenía que hacer las cosas yo para que salgan bien. Después me peleé con mi viejo y me fui”.
-“Ahora barro catorce veredas. Todos los días me levanto a las seis de la mañana. Haga frío o calor, voy y las limpio”.
-“He andado mucho por los bailes de la zona. Antes era otra vida. La plata no tenía tanto valor como ahora. Ahora hay que cuidarse como de mearse en la cama”.


Publicado en revista Mirá, edición Febrero 2014.

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