Sencillo, humilde, laborioso. En 1927, fue declarado “Pájaro Nacional Argentino”.
Habita en todo el territorio y se destaca por su ejemplar accionar.
Me visita todos los días
en mi ventana
y en mi vereda.
Picotea alimentos,
posa en planta vecina
y vuela hacia su casa
en la vereda
de enfrente.
Más de una vez
lleva en el pico
semillas o vegetales.
Hace unos años
vi como construyó
su casita de barro,
con su pico como
única herramienta.
Hay días que observa
desde el interior
y otros posando
sobre su techo.
Alguien dijo que
transmites buenos
augurios.
Tu canto anuncia
tiempo de bonanza
y si sorprende la lluvia
anuncia que cesará.
Gracias por tu ejemplo
al ver construir tu nido.
Que razón tiene el poeta:
“La casita del hornero
tiene sala y tiene alcoba
y aunque en ella no hay escoba
limpia está con todo esmero".
Gracias por tu canto
a lo largo de mis días.
Gracias hornero laborioso
por tu grata compañía.
Relatos pehuajenses / F. Peyrelongue /