Con la evocación a José María Amarillo, saludamos y rendimos tributo a todos los periodistas
al tiempo que valoramos y reconocemos su tarea al servicio de la comunidad.
Decía el recordado José María Amarillo:
El periodista de antes, de cultura general,
salvo excepciones, tomaba apuntes y memorizaba,
escribiendo sobre cualquier tema con suma erudicciòn.
Actualmente, igual se escribe, pero usan grabadores
y las agencias informativas sustituyen en parte al
hombre de prensa.
Hay otra vertiente, el periodista de la vieja escuela
era más combativo, lo cual le acarreaba persecusiones,
empastelamiento de la imprenta y la detención.
Se escribía con la pluma en una mano y el revolver
en otra, por así decirlo.
Lo escrito queda sometido al análisis. Hay un estilo
para escribir, respetàndose la semántica al máximo
y no se maltrata al idioma.
Los periodistas deben adquirir una cultura de tipo
universal. Estar al servicio del país, fortaleciendo la
conciencia nacional y vigorizando los sentimientos
patrióticos. Y debe defender la libertad, el bien
más preciado del hombre.
Nunca pudo editar un libro con sus escritos. "Hago
esto por satisfacción personal y espiritual. No pude
hacerlo absorvido siempre por mis actividades y la
necesidad de ganarme la vida, motivo prioritario".
Haberlo designado corresponsal el diario La Nación,
significó "un estímulo a mi trabajo periodístico y fue
una distinción que me haya entregado un presente
el director del diario, Dr. Bartolomé Mitre".