La Escuela Técnica ya es un recuerdo. Fue totalmente demolido. Muchos vecinos, pehuajenses y de la zona, pasaban por la calle Goyena y se detenían a observar los trabajos de demolición. No faltaron evocaciones de nombres y situaciones vividas allí, tanto en la escuela, como en el Patronato de la Infancia, donde muchos encontraron techo y calor de hogar.
A más de uno, como dice el tango “se les escapó un lagrimón”. Sin duda el viejo edificio tuvo un protagonismo muy significativo en la historia de la ciudad. Ya es un recuerdo. La última foto, cuando la demolición llegaba a su fin. Fue tomada por el lector Juan C. Zalazar, quien fuera alumno y vivió en ese lugar.
