Si bien el origen es muy triste y doloroso, en distintos lugares del mundo la conmemoración se manifiesta con bromas, para poner en evidencia la inocencia del otro a través de un engaño sencillo.
La práctica, aún vigente en España y países hispanoamericanos, recurre a distintos procederes. Difundir noticias falsas sobre hechos impactantes, llamar o indagar a familiares y amigos e indicar un hecho insólito e inexistente, para rubricarlo con un cortante y contundente "Caíste por inocente" o "Que la inocencia te valga".
VIENE DE LEJOS
El cristianismo evocaba la memoria de los niños que murieron durante el mandato del Rey Herodes, cuando en Belén envía soldados a matar los niños menores de 2 años, con la intención de que viviera el recién nacido Jesús de Nazaret.
No hay precisiones concretas sobre el origen exacto. Es muy antiguo, teniendo en cuenta que el rezo y la fecha del Día de los Santos Inocentes figura en el Sacramentario gregoriano, recopilado a fines del siglo VIII.
En cuanto a la conmemoración con bromas, se asociaba a la denominada Fiestas de los Locos, celebrada en la Edad Media entre Navidad y el día de los Reyes Magos. Eran manifestaciones burlonas e irreverentes, como expresiones de protesta y disconformidad, en Alemania, Francia, Inglaterra y España hasta el siglo XVI.
PRACTICAS
Ahondando en detalles, se señala cambiar el contenido de azúcar por sal; adelantar o atrasar el reloj; adherir una moneda al piso con fuerte pegamento para que no pueda alzarla nadie y hasta colgar un cartel sobre la espalda con la inscripción "Pegue fuerte".
La llegada y el avance de la tecnología motivó generar bromas a través de un teléfono celular, cambiar las teclas en una computadora o cubrir con adhesivo o papel la rueda del mouse.
