Cuando se avecina la celebración de San Juan y se espera la posterior de San Pedro, adherimos a ambas para exaltar su significado y evocar tiempos de la infancia:
Hoy evocamos las fogatas de San Juan
así como el próximo 28 la de San Pedro.
En algunas comunidades se mantiene
la celebración pagana y religiosa
deseosa de aplacar las malas ondas
y pedir la renovación de las buenas.
Quizás en algunos lugares se sume
la quema de muñecos y de degusten
exquisitas batatas asadas.
La costumbre sigue vigente si bien
sin la pasión de otros tiempos
pero con idénticos deseos.
En quienes ostentan canas
se renuevan vivencias de la infancia,
y renace placentera nostalgia.
Hoy como ayer, que viva
San Juan y San Pedro,
por el bien de todos.