
Julián Pinacho (91) y Carlos Vidal (86), se reencontraron 58 años después. Fueron protagonistas de la época de oro de la orquesta Armonía. Julián, uno de los bandoneonistas de la agrupación; Carlos, el cantor. Brillaron en Pehuajó y en la región, animando aquellos memorables bailes populares.
Julián se fue de Pehuajó y perdió el contacto con los integrantes de la orquesta. Trabajó en Buenos Aires y finalmente se radicó en Venado Tuerto (provincia de Santa Fe) donde se jubiló como Jefe de Correos. Su hijo Miguel, hace unos meses, aprovechando los recursos de internet, ubicó a Carlos Vidal, el cantor de la orquesta, y generó el reencuentro de los dos únicos integrantes de “Armonía” que aún viven.

Pero Julián no vino solo al reencuentro. Fue acompañado por su hija, su hijo y la nuera, y como en aquellos tiempos trajo a cuestas el bandoneón, el mismo fueye que usaba en la orquesta “Armonía”, que nunca dejó de tocar, siempre lo ejecutó en reductos tangueros porteños y ahora santafecinos.
Y como es de suponer, después de los saludos y los recuerdos espontáneos, Julián sacó el bandoneón y comenzó a tocar algunos de los temas de aquellos tiempos. Y Carlitos, que nunca dejó de cantar, empardó tonos y como en los años cincuenta cantó tangos, milongas y valsecitos. Fue como volver a vivir, retroceder en el tiempo. Se coparon los dos y se llenaron de nostalgia por dentro y por fuera.

Una tarde inolvidable. Emociones por doquier. Una tarde de “Nostalgias”, de placeres compartidos “cuando tallan los recuerdos”, puros, frescos, sinceros, de los labios de dos viejos amigos que hace mucho no se veían y revivieron las horas de un tiempo que pasó, simplemente “al compás del corazón”.…

La orquesta “Armonía”: de pie, de izquierda a derecha, Angel Turriani, Armando Culci y Carlos Vidal. Sentados: Nicolás Potenza, Raúl Todino, Julián Pinacho y Nuncio Novello.