
Dentro de las posibilidades, el matrimonio Zaratiegui recreó de la mejor manera, observando todos los detalles que caracterizaron estos lugares de encuentro, en sus orígenes, de la gente del campo, de criollos, indios y negros.
Fue también lugar de descanso y diversión. De trucos, bochas y tabas. De aguardientes y cañas. De guitarreadas, payadores, contrapuntos y malambistas. Y de manera especial, como este caso, la pulpería encierra la magia de la tradición criolla.
“Rastrillada del Pampa”, como reza la historia, tiene en su interior las rejas de hierro que separan al público de la mercadería. El mobiliario está hecho con elementos criollos y los ornamentos son una convocatoria a las costumbres y tradiciones que honraron nuestros abuelos.

Fabio se dedicó a la compra y venta de pilchas antiguas, a nivel nacional, utilizando los recursos de internet. “Me iba muy bien, también en la venta de cuchillos y rastras”, acota y añade: “pero llegó un momento en que cada pilcha o elemento que llegaba a mis manos, me daba mucha pena desprendérmelos. Entonces, las que podía, me las fui quedando. Se dio esto y aquí estamos con todas las cosas reunidas”.
“Tratamos de recrear lo que era una pulpería. Las paredes están hechas con ladrillos de demolición. Las partes rotas de los ladrillos están metidas hacia adentro. El noventa por ciento de las cosas es todo pilchería criolla, en su mayoría es toda antigua”•

Los resultados iniciales satisfacen. Al evaluar las cinco primeras noches Zaratiegui sostiene: “no está yendo muy bien. Suena lindo y la idea pegó bien”. En cuanto a los artistas, se priorizan los valores locales. “Nuestro propósito es convocar a todos los artistas de Pehuajó y de la región, para que noche a noche, pasen grupos o solistas diferentes. Y si Dios quiere, en el verano, si tenemos la suerte de que la pulpería se mantenga, poder hacer algo lindo afuera, una vez al mes”.
El 20 de junio, la pulpería presentará una colección de candados de y está en los planes organizar una charla sobre “el mate” con un entrerriano especialista en el tema y traer a los mapuches, con sus tejidos y sus telares, para mostrar sus técnicas ascentrales. Además –remarcó Zaratiegui- la pulpería está abierta a todas las escuelas que deseen visitarla con los alumnos.
“Rastrillada del Pampa”, es sin duda, además de un lugar de encuentro para quienes gustan del folklore y las exquisitas comidas criollas, otro motivo de atracción y punto de referencia de connotación histórica, adecuado para el miniturismo local, digno de tener en cuenta por lo que representa para Pehuajó, bien llamado “pago hernandiano”, que ahora tiene “pulpería” de puertas y corazón abierto, con sabor a lo nuestro y con gusto a patria.
Los mejores deseos para Fabio y Laura. Felicitaciones por este aporte al patrimonio cultural de la ciudad. El buen Dios, junto a los abuelos que surcaron estas tierras de la pampa húmeda, amparan e iluminan la huella abierta, honrando a los que partieron y en defensa de lo nuestro para regocijo de los mayores y enseñanza a las nuevas generaciones.


Jorge Fernández, Santiago Celis y Hernán Lugüercho, actuando en la pulpería.