¡Madre, no nos sueltes de tu mano!

Felix Peyre
By -
0
Homenaje y tributo a la Virgen de Luján en su día. Los templos que la honran en Pehuajó. Un poco de historia y una oración compartida.

Nuestro "camino de fe" hoy rinde tributo a la Santìsima Virgen de Luján, adhiriendo a los homenajes y celebraciones de la comunidad católica, que al celebrarse el día de su festividad evoca los acontecimientos del año 1630 cuando la imagen de la Inmaculada Concepción de María, llegara en carreta a orillas del río Luján.

Todos los años, el 8 de mayo y el 8 de diciembre, se renueva la fe a lo largo y ancho del país. Cada creyente a su manera, en la intimidad del hogar o en los templos creados bajo la invocación de la Virgen de Luján.

En el partido de Pehuajó, la patrona de la República, tienen dos capillas. Una en nuestra ciudad, otra en la localidad de Chiclana. La capilla "Virgen de Lujàn", en Pehuajó, ubicada en la Avenida Marcos Sastre, fue fue impulsada por el recordado Padre José Miguel Keegan, mientras que la capilla "Nuestra Señora de Luján" ubicada en Chiclana tiene connotaciones históricas, pues se instaló en la edificación donde funcionó la primera escuela de esa localidad.

En ambos ámbitos, se ratitica en forma constante la fe de los devotos de la Virgen de Luján y de todos creyentes, apelando a su ayuda y protección, como asi también al reconocimiento por los dones y milagros recibidos.


UN POCO DE HISTORIA

Corría el año 1630 y el portugués Antonio Faría, hacendado de Sumampa, jurisdicción de Córdoba del Tucumán (Argentina), pidió a un compatriota suyo, residente en Brasil, que le enviara una imagen de la Inmaculada Concepción de María Santísima, para venerarla en la capilla que estaba construyendo en sus tierras.

El amigo, pensando en darle a Don Antonio la oportunidad de elegir la imagen de su agrado, envió dos estatuillas: una según el pedido original y otra representando a la Madre de Dios con el niño Jesús en brazos. Ambas imágenes fueron colocadas en cajas y enviadas en una carreta junto con otros enseres. Al llegar a las cercanías del Río Luján, zona de los Buenos Aires, después de tres días de viaje, los troperos encargados de transportar la carga decidieron pasar la noche en la Estancia de Rosendo de Trigueros.

La Virgen que se quiso quedar

Al día siguiente, una clara mañana de mayo, cuando se quiso continuar con el viaje, los troperos no pudieron mover los bueyes, que parecían incapaces de arrastrar más el cargamento. Todos los intentos que los jinetes llevaron a cabo fueron inútiles. Incluso, a uno de ellos se le ocurrió bajar de la carreta una de las cajas, pero ni así hubo resultados. Los hombres subieron la caja de nuevo y probaron bajando la otra. Para sorpresa de todos, la carreta por fin se movió.

Entonces, los hombres decidieron revisar la caja que acababan de bajar y confirmaron que solo estaba la estatuilla de la Inmaculada Concepción que habían cargado desde el inicio. Los presentes interpretaron lo sucedido como que la Virgen Inmaculada no quería irse de aquel lugar. Acto seguido, la gente que había estado rodeando la escena llevó la imagen a la casa de Don Rosendo, donde la familia la recibió con alegría. La noticia corrió por toda la región y despertó la devoción de la gente. Muchas personas empezaron a agradecer a la Virgen numerosos favores y milagros. Con el tiempo se decidió construir una gruta para que la imagen pudiese ser venerada. La Virgen de Luján había llegado para quedarse en el corazón del pueblo argentino.

Fuente: ACIprensa


ORACIÓN

“Nuestras manos se estiran para tocar el manto de nuestra Madre.

Nuestras manos llevan esa gracia que con solo tocar nos deja el alivio por haber llegado hasta Ella, eso solo nos deja en paz y nos da confianza.

El manto que cubre la imagen, nos cubre como hijos que buscamos protección y sabemos que como Madre, consolará muchas penas que llevamos.

Ante tu imagen nuestros corazones de hijos se abren para que lo más escondido se deje perdonar por Dios a través de Sus ojos buenos.

Como Madre ayúdanos a disipar todo temor para continuar con el camino.

¡¡Madre, no nos sueltes de Tu mano!!”.

Publicar un comentario

0Comentarios

Publicar un comentario (0)