Apenas quedan unas diminutas plantas. Durante años asistió necesidades de numerosos pobladores de la región. Y fue escenario de violentos episodios protagonizados por la banda de pistoleros encabezada por el “Pibe Cabeza”, de cuya muerte se cumplen hoy 85 años.
El boliche ya no existe pero igualmente los viejos pobladores de la zona lo recuerdan en forma permanente, al pasar por el lugar en ruta provincial 86 y su intersección con el camino que comunica con Mones Cazón.
Tiene su historia, por momentos con sabor a leyenda. Muchos medios periodísticos se han ocupado en distintas épocas. En charlas cotidianas con historiadores pehuajenses, que ya no están entre nosotros (José María Amarillo, Tomás Aníbal Recarte y Viterbo Pedro Ferrer), el boliche siempre aparecía como tema de evocación.
Además de la intensa actividad que desarrolló en sus tiempos de esplendor, con masiva concurrencia de clientes para compartir una copa con amigos, saciar la sed o adquirir algunos alimentos, hubo episodios muy resonantes, que incrementaron el prestigio del boliche y paraje.
El más trascendente, la presencia de temerario bandido rural Rogelio Gordillo, conocido como “El Pibe Cabeza” , jefe de una banda que se movilizaba con autos robados que condujo resonantes actos delictivos en el noroeste bonaerense. El 14 de noviembre de 1936 asaltaron cerca de Trenque Lauquen al hacendado Antonio Pereyra Iraola, y el 9 de diciembre del mismo año, irrumpieron en el Boliche de Pianca.
Asaltaron el viejo almacén rural de ramos generales, pudiendo escapar sus propietarios, Felipe Cuoto y señora. El pibe Cabeza y su banda se quedaron allí. Atracaron a cuatro clientes que no pudieron escapar, consumieron cervezas, cargaron nafta y antes de irse dispararon balazos contra el surtidor de combustible, provocando un incendio que destrozó gran parte del boliche.
Cada vez que se indaga en archivos, aparece el afamado boliche y la presencia del también famoso pistolero argentino, nacido en en Colón, provincia de Buenos Aires, el 9 de junio de 1910 y fallecido, en un enfrentamiento con la policía, el 9 de febrero de 1937, dos meses después de haber estado en el boliche de Pianca.
