San Pantaleón ruega por los médicos y enfermos

Felix Peyre
By -
0

A la distancia y en sereno recogimiento se conmemora al santo patrono de los médicos y enfermos. Referencias al oratorio ubicado en Pehuajó. Detalles sobre el mártir y una oportuna oración en este tiempo de pandemia.


La festividad de San Pantaleón tuvo una característica diferente, inédita, inesperada. Como consecuencia de la pandemia que sorprendió a todo el mundo, este 27 de julio, no hubo oficios religiosos y estuvieron ausentes las largas colas de fieles, para pedir al Santo Patrono de los médicos y los enfermos.

El oratorio de San Pantaleón, ubicado en el barrio Fonavi II de nuestra ciudad, permaneció en silencio con sus puertas cerradas. Igualmente, fieles devotos en la medida de lo posible pasaron frente al oratorio e imploraron su protección en este difícil momento. Otros, desde sus domicilios, optaron por honrarlo y elevar sus ruegos y peticiones.

De una u otra manera, la fe, que no sabe de distancias ni aislamientos, se ratificó con la misma fuerza de todos los años o quizás con mayor intensidad que nunca, invocando a San Pantaleón por la sanación de tantos hermanos afectados por el Covic19 en todo el mundo, por la terminación del duro trance y por la recuperación de la anhelada normalidad en todas sus manifestaciones.


QUIÉN FUE SAN PANTALEÓN

Etimológicamente el nombre, de origen griego, significa "el que se compadece de todos”. Médico nacido en Nikomedia (actual Turquía). Fue decapitado por profesar su fe católica en la persecución del emperador romano Diocleciano, el 27 de julio del 305.

Un antiguo manuscrito del siglo VI, depositado en el museo británico, aporta algunas precisiones. Pantaleón era hijo de un pagano llamado Eubula y de madre cristiana. Su maestro fue Euphrosino, el médico mas notable del imperio, que asistió al emperador Galerio Maximiano en Nicomedia.

"Conoció la fe pero se dejó llevar por el mundo pagano en que vivía y sucumbió ante las tentaciones, que debilitan la voluntad y acaban con las virtudes, cayendo en la apostasía. Un buen cristiano llamado Hermolaos le abrió los ojos, exhortándole a que conociera "la curación proveniente de lo más Alto", le llevó al seno de la Iglesia. A partir de entonces entregó su ciencia al servicio de Cristo, sirviendo a sus pacientes en nombre del Señor", señalan los aludidos manuscritos.

Diocleciano comenzó la persecución en el año 303. en Nikomedia. Pantaleón regaló todo lo que tenía a los pobres. Fue arrestado junto con Hermolaos y otros dos cristianos. El emperador, que quería salvarlo en secreto, le dijo que apostatara, pero Pantaleón se negó e inmediatamente curó milagrosamente a un paralítico para demostrar la verdad de la fe. Los cuatro fueron condenados a ser decapitados.

San Pantaleón falleció mártir el 27 de julio del 304, a los 29 años de edad. Murió por la fe que un día había negado. Como San Pedro y San Pablo, tuvo la oportunidad de reparar y manifestarle al Señor su amor.

Las actas de su martirio relatan hechos milagrosos. Trataron de matarle de seis maneras diferentes, con fuego, con plomo fundido, ahogándole, tirándole a las fieras, torturándole en la rueda y atravesándole una espada. Con la ayuda del Señor, Pantaleón salió ileso. Luego permitió libremente que lo decapitaran y de sus venas salió leche en vez de sangre y el árbol de olivo donde ocurrió el hecho floreció al instante.

Pantaleón derramó su sangre por Cristo y los cristianos lo tomaron como ejemplo de santidad. Se manifiesta una gran veneración en Oriente, como mártir y como médico que atendía gratuitamente a los pobres. Y desde la antigüedad la devoción se extendió a todo occidente.

El oratorio construido en Pehuajó, en un predio del barrio Fonavi II, fue posible por iniciativa el convecino Ricardo Di Salvo, ya fallecido. Vecinos del lugar se ocupan de su mantenimiento y conservación.

Los días 27 de cada mes, acuden creyentes y el 27 de julio adquiere mayor relevancia. Este año, cada creyente a su manera, rindió tributo al patrono de los médicos y los enfermos.


ORACIÓN A SAN PANTALEÓN

"Glorioso médico san Pantaleón que toleraste con invencible fortaleza las adversidades de esta vida, y no sentiste temor ante los sufrimientos del cuerpo, acudo ante ti y deposito mi total confianza en tu corazón grande y generoso.

Santo mártir Pantaleón, tu que tantos milagros obraste, que a tantos diste salud del cuerpo y alma, posa tu mirada, manos y bendición sobre ......

(di tu nombre o el de la persona enferma)

y restitúyele la energía y la vitalidad, alivia y calma sus sufrimientos y dolores dale ánimos e infunde en él la esperanza, concédele espíritu de fortaleza y tesón y haz que recobre la salud perdida.

San Pantaleón mártir, modelo de todas las virtudes que superaste todos los tormentos por amor al Señor, haz que ...... supere sus dolencias y padecimientos, intercede por ...... para que sea sanado.

Señor: Tu que inflamaste con tu amor al joven médico san Pantaleón y le constituiste como nuestro abogado y protector. Tú que siempre recompensas a los que creen en Ti, escucha la oración de sus fieles devotos, y concédenos a quienes le honramos y confiamos en su poder ser atendidos favorablemente en lo que solicitamos y que cuanto pedimos en su nombre nos sea otorgado.

Jesús, salud y luz del mundo, haz que nos abracemos a tus enseñanzas con toda el alma, a ejemplo de tu mártir san Pantaleón, que tanto trabajó y luchó por el bienestar de los hombres; y te rogamos que por nuestra fe en tu misericordia nos ayudes a extender las maravillas de tus favores a nuestro alrededor y todo aquel que lo precisara. Así sea".

PETICIÓN

Por una sanación propia o de un familiar, se recomienda repetir tres veces el nombre de San Pantaleón, con una foto o estampa del santo. Si es posible encender tres inciensos de salud, una vela verde (el verde representa la sanación física y espiritual) y rezar:

Tú que sufriste en carne propia la injusticia de los hombres y conoces el secreto de la enfermedad y la muerte. Ayuda a los enfermos y necesitados. Cura sus llagas, cicatriza sus heridas para que la salud vuelva a ellos y no los abandones jamás. Que así sea”.






Publicar un comentario

0Comentarios

Publicar un comentario (0)