Viterbo Pedro Ferrer nació el 10 de mayo de 1936. Celebramos a la distancia el nuevo aniversario, con el afecto de siempre. Impresiones sobre su aporte al patrimonio cultural y deseos compartidos.
Hoy es un cumpleaños distinto. Seguramente jamás pasó por la inspiración del escritor pehuajense celebrar un aniversario de su natalicio en el marco de un aislamiento social obligatorio como metodología preventiva ante la pandemia del coronavirus que afecta y enternece al mundo entero.
Alejado físicamente del pago hernandiano, pero junto al irreemplazable afecto de sus seres queridos, este 10 de mayo dio gracias a Dios por el cumpleaños número 84 y a pesar de los pesares renovó su fe y esperanza para seguir peregrinando de la mejor manera posible.
Aunque en reiteradas oportunidades este sitio periodístico ha hecho referencia a la obra cultural concebida por Viterbo Pedro Ferrer en su amado Pehuajó, siempre es saludable refrescar la memoria y remarcar un accionar que suma trascendencia.
TODO EMPEZÓ LEYENDO EL “MARTÍN FIERRO”
Hace 8 años, con motivo de la celebración del día del escritor, fue protagonista como entrevistado en las páginas de “mira”. Revivir aquel encuentro es una oportuna y placentera inversión para el espíritu, más aún en los momentos actuales cuando en todos los ámbitos, producto de la reflexión que impone el aislamiento social, todos echan una mirada al tiempo recorrido con natural y reconfortante nostalgia.
“Vivíamos a lado de la escuela, me inicié leyendo el Martín Fierro mientras desgranábamos maíz con mi hermano. Nos alternábamos para leer, mientras mi madre preparaba la comida”, resaltó al recordar la niñez en la zona del paraje Fuentes. Más tarde, ya radicado en Pehuajó, cursó estudios secundarios en el Colegio Nacional y Comercial y posteriormente, en la Escuela Normal, hizo los profesorados de Letras y de Ciencias Jurídicas y Contables.
Sin
desatender sus actividades laborales ajenas a su pasión por las
letras, ha sido permanente su preocupación por profundizar
conocimientos de toda índole, pero dando prioridad desde un
principio a la investigación histórica lugareña
porque “primero debemos saber quiénes somos. Por ello, a partir de
este objetivo, me dedique a investigar todo lo local”, expresó con
claridad y convencimiento.
Con esfuerzo propio y seguramente postergando otras aspiraciones, formalizó un archivo y biblioteca de profundo contenido histórico, al tiempo que publicó ensayos, poemas y libros, en cuyo contenido prevaleció la identidad lugareña con sus hechos y personalidades destacadas y la obra de Rafal José Hernández, que exaltó y enalteció en todo momento.
Como
la mayoría de los escritores y hacedores de cultura nunca están
absolutamente satisfechos con la tarea realizada. En aquella
entrevista, Viterbo afirmó: “No. Porque me hubiera gustado, a esta
altura de mi vida, haber publicado más cosas. En el centenario de
Pehuajó, hubiera querido publicar todo lo referido a cantores y
orquestas de Pehuajó, o la historia de los cien años de teatro
pehuajense, pero no fue posible”.
“Otro
que quedó inconcluso,
añadió,
fue el relacionado con periódicos y revistas locales. Tengo reunido
material sobre vida y obra de Sotero Barrientos, uno de los pioneros
del periodismo pehuajense; y sobre Anibal
Vicente Ortega, pintor y educador”.
UNA NECESIDAD: PRESERVAR LA IDENTIDAD LUGAREÑA
Hace poco más de un año, el escritor pehuajense acordó con las autoridades de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, conformar en dependencias del histórico Teatro Español, un sector que sería identificado como “Biblioteca y Archivo Histórico Viterbo Pedro Ferrer", a fin de asegurar la conservación y eventual proyección a la comunidad pehuajense a través de distintas actividades culturales y educativas.
El día que se firmó el acuerdo en el Teatro Español
La iniciativa sigue vigente, no habiendo sido posible su instrumentación a raíz de imprevistos edilicios cuya superación está reñida a los escasos recursos económicos y en la actualidad más paralizada aun por efecto de la inactividad que causa el aislamiento social sin vislumbrarse salidas concretas.
Es prematuro formular vaticinios. Es importante valorar y tener el cuenta el gesto de Viterbo Ferrer de poner a disposición de la comunidad un patrimonio cultural que sintetiza que la historia de Pehuajó, que a medida que pasa el tiempo adquiere mayor significación y trascendencia, para las actuales y futuras generaciones.
Volviendo al 10 de mayo. Hacemos públicos nuestras felicitaciones por el cumple 84 y junto a los mejores deseos, brindamos a la distancia por muchos años más plenos de bienestar y salud.
Contigo espiritualmente amigo Viterbo. ¡Feliz cumpleaños!
Viterbo Ferrer, desde Mar del Plata, celebrando a la distancia su cumpleaños. |
PING PONG
En el año 2012, Viterbo Ferrer respondió a nuestro “ping-pong” de la siguiente manera:
-
¿Un deseo?: “Conocer
toda la Argentina”.
- ¿Un rencor?: “No
tengo con nadie. No abriga mi espíritu rencores”.
- ¿Una
esperanza? : “Publicar
más obras”.
- ¿Un
amor? : “Mis
hijos y mi nieto”,
- ¿Pehuajó? : “Necesita
mucho más para ser, lo que ya debería ser”.
- ¿Museo Rafael
Hernández?: “Necesitaría
dotarlo local propio y amplio. Fiscalizarlo celosamente”.
-
¿Dardo Rocha?: “Nominar
una población con derrota, lamentablemente.”
- ¿Martín
Fierro? : “Lo
mejor de nuestras letras del género gauchesco”.
- ¿Viterbo
Pedro Ferrer? : “¨Él
mismo”.