Cuando la pasión y el amor hacen sueños realidad

Felix Peyre
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Desde niña sintió ruido de pelota. Conoce los secretos de la cancha y del fútbol. 
Es la primera pehuajense que dirigió en primera división. Sus vivencias, 
sus objetivos y sus sentimientos.


Es domingo. Raro domingo sin fútbol en Pehuajó. Lorena Saavedra (33) hace un alto en las tareas del hogar y atiende las inquietudes de mirá, motivada por el reciente debut como árbitro en la primera división del torneo organizado por la Liga Pehuajense de Fútbol. Una actividad que vive y siente con notable beneplácito.

Lorena cursó la escuela primaria en el Colegio San José y ahora cursa la etapa de secundario. Comparte su vida con Martín desde hace 14 años y es madre de dos hijos, que ya practican fútbol. Además de ser árbitro de futbol, realiza tareas en casas de familia y se desempeña como moza en una empresa de eventos.

Su apego al mundo del fútbol y particularmente el propósito de dirigir viene de lejos, desde la niñez que compartió con tres hermanos varones. “Un día -afirma Lore- viene a mi casa mi hermano, que por entonces jugaba en la reserva de Calaveras, y me dice que estaban anotando para ser de árbitro de fútbol. Fui, hablé con José Pernigote, en ese momento el encargado, y me dice estas segura que querés arrancar. Le dije que si y así fue como empezó todo”.

La incursión en un ambiente tradicionalmente reservado para varones no fue complicada ni traumática. “Al principio un poco, igual cuando yo entré ya estaban Jenny y María, también interesadas en ser árbitro” acota.

LOS INICIOS

Echando una mirada atrás, luego del emotivo debut dirigiendo primera, Lorena recuerda la primera vez que dirigió un partido; “Fue como asistente, en Daireaux, en inferiores. Y mi primer partido como asistente de primera, fue en la Liga de Carlos Casares, a los tres meses que arranqué en el arbitraje. Ah y como árbitro principal en reserva,fue en Mones Cazón.

Por otra parte, Saavedra ha acumulado interesante experiencia en fútbol femenino. Además de jugarlo lo ha vivido como árbitro y se perciben diferencias con respecto al masculino. “Me tocó dirigir en el nacional femenino, Agropecuario versus 9 de julio, y sí para mi es como un fútbol más tranquilo y algo más lento”, sostiene.

Ahora, el reciente debut en primera división de la LPF fue muy fuerte, inolvidable para Lorena. “Fue algo que no me lo esperaba, una experiencia única, de la cual estoy muy agradecida con la Escuela de Árbitros, con la Liga y con los equipos, porque la verdad que ayudaron todos y con mis dos compañeros, Carlos Crespín y Jenny Bazán, me ayudaron un montón”.

ANSIEDAD Y NERVIOSISMO

El jueves anterior al partido le avisaron de la designación. “Me quedé sin palabras no lo podía creer. Terminé de hablar con Darío Carinci,Jorge Suárez y Marcelo Gómez, me subí al auto, llamé a mi marido y le conté. No me creía, decía que lo estaba cargando. Después caí en la responsabilidad que me habían dado”.

Y los días siguientes, esperando el domingo, Lore fue victima de ansiedad y nerviosismo. “Preocupada para que no se me escape ningún detalle. Y cuando llegó el día, armé el bolso de arbitraje como 6 veces. Cuando llegué a la escuela estaba más calmada pero ansiosa. Al llegar a la cancha estaba más tranquila, pero al llegar mis compañeros me puse algo nerviosa”.

Y luego el gran momento del ansiado debut. Lorena y sus colaboradores en el medio de la cancha. “No lo podía creer, estaba por arbitrar un partido de la Liga Pehuajense de Fútbol. Miré a un lateral, ví a mi familia que es mi cable a tierra. Y me dije, dale estaba esperando esto, así que ahora hacer lo que sabés”.


El balance después de la pitada final fue positivo y enriquecedor. Rescata el comportamiento y el respeto de jugadores y cuerpos técnicos de cada equipo. “La verdad, afirma, sin palabras. Se comportaron muy bien y lo que mucho valoro es que me trataron como si fuera una más. Cuando me tuvieron que protestar lo hicieron igual”.

En síntesis, considera que el debut fue motivo de “Orgullo y satisfacción. Cuando terminé de dirigir le pedí a mis compañeros que me marcaran los errores que tuve e hice una propia evaluación de mis errores”.

SU FAMILIA EL MAYOR SOSTÉN
Si bien el debut en primera es inolvidable, la previa también lo es. “No dormía. Mi marido decía que estaba loca, y toda la familia compartía mi ansiedad. Mis hijos estaban recontentos” enfatiza feliz y reconfortada.

Siempre la respaldan. “Martín, mi marido, y Alexis y Ludmila, mis hijos, siempre van a la cancha para apoyarme. Martín me dice qué errores tuve, jajaja, y mis chicos me acompañan. Es más, los llevo conmigo cuando voy a entrenar porque hay fines de semana que no los veo, por el arbitraje y porque a la noche trabajo en un salón de eventos. Entonces, trato de pasar todo el tiempo posible mi familia, que tiene rol muy importante en mi vida. Son mi todo, mi motor”.

Al final del encuentro, hablamos de momentos pasados que de pronto han quedado grabados en su trayectoria. Y Lore elige dos: “Mi primera final de reserva como Línea, y mi primer partido de reserva como árbitro principal”. Y al hablar del futuro, también es clara y contundente: “Mi sueño, algún día, dentro de mucho tiempo, poder dirigir algún partido del Federal como Ale Berruti y Darío Carinci, ellos son unos crack. Pero hoy, pienso en hoy, seguir entrenando duro y instruyéndome”.

Pitada final para la entrevista. Un mensaje de fe y perseverancia queda latente. Intercambio de buenos deseos en vísperas de un cambio de convivencia como consecuencia de las medidas preventivas ante el riesgo del coronavirus en nuestro país.

Lorena sigue su ritmo junto a su querida familia. Alimenta en su interior claros objetivos y muchos sueños. Quiera Dios se hagan realidad.


EL FÚTBOL, UNA PASIÓN

Lorena, como señalamos, siempre estuvo vinculada al más popular de los deportes. Y antes de capacitarse como árbitro integró equipos de fútbol femenino y sigue siendo parte del Club Atlético Calaveras desde hace 4 años, primero en la Liga de Trenque Lauquen y ahora en la Pehuajense.

Luciendo la casaca del club de Mataderos dos años consecutivos fueron campeones y en 2019 perdieron en la final. Lorena destaca el crecimiento del fútbol femenino en nuestra ciudad y remarca su alegría por este logro, máxime cuando ve a su hija Ludmila jugando en las inferiores del “Cala”.

Su pasión se limita a la práctica. No tiene preferencia por ningún club local. “No soy hincha de ninguno, afirma, solo de mis hijos. De Alexis que juega en Estudiantes Unidos y de Ludmila que juega en Calaveras. Cada vez que puedo me gusta verlos jugar”.


PING PONG

-¿Un recuerdo?: “La primera vez que dirigí”.
-¿Un deseo?: “Lograr todo lo que me propongo”.
-¿Una ingratitud?: “Tiempo que pasa y que no vuelve”.
-¿Una gratitud?: la compañía de mi familia
-¿Un amigo?: “Dos, Roberta y Pao”.
-¿Un rencor?: “No tengo”.
-¿Un amor?: “Mis hijos”.
-¿Una esperanza?: “Llegar hasta donde quiero”.
-¿Un ídolo?: “Mi viejo”.
-¿Un árbitro?: “Pitana”.
-¿El fútbol?: “Se lleva en la sangre”.
-¿Pehuajó?: “Raíces”.
-¿Lorena Saavedra?: “Compromiso”.

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