De profesión enfermero

Felix Peyre
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Habitualmente hemos resaltado esta profesión, cada 21 de noviembre, a través de enfermeras. Hoy optamos por un enfermero y por su intermedio el homenaje a todos lo que abrazan la aludida actividad. Un testimonio de voluntad y superación.


Sergio Acosta (51), fue alumno de la escuela 15 y de la Escuela de Enseñanza Media 205. Desde muy joven tuvo la necesidad de abocarse al trabajo y resignar estudios. En el año 1988, se desempeñaba como chofer en el Hospital Dr. Juan Carlos Aramburu y si bien cumplía una tarea de servicio, sentía la necesidad de proyectarla aún más. “Decidí ser enfermero para sentirme más útil al servicio de la sociedad”, sostiene y recuerda su paso por la Escuela de Enfermería que funciona en el hospital pehuajense, donde su primer profesor fue un enfermero, el Licenciado Marcos Leguizamón.

En el año 1996, su objetivo se cumplió y comenzó su tarea como enfermero en el Departamento de Servicios Sociales de la Cooperativa Eléctrica, dando respuesta a requerimientos de consultorio y domicilios. Si bien no son muchos los varones en el mundo de la enfermería, Acosta siente que “la gente está conforme y confiada con mi presencia, quizás por mi trayectoria como enfermero”.

Siempre se sostiene que la profesión de enfermero implica muchos esfuerzos y requiere un temple muy especial. Acosta considera que “Es una cuestión de costumbre. A medida que pasan los años se hace más llevadero”.

SITUACIONES Y SENSACIONES

En 22 años de actividad, ha vivido situaciones límites y muy dolorosas. Al preguntarle si quedan huellas en sus sentimientos, afirmó: “Recuerdo muchísimas situaciones, podría escribir un libro con situaciones al límite, pero son episodios tristes”. Y precisamente, el enfermero un poco convive con esas sensaciones, más aun en emergencias, las percibe y satisface comprobar que “La gente siente tranquilidad cuando el enfermero está presente”.

Desde hace 14 años su tarea se centraliza en el Servicios Sociales de la Cooperativa Eléctrica, tanto en consultorios como en domicilios de adherentes a las prestaciones que brinda la entidad. “Ambas tareas para mí son satisfactorias, no tengo preferencias, el servicio lo cumplo donde sea”. Además, hace 6 años, durante doce meses se desempeñó en el hospital municipal, en turno noche, sumando otra experiencia muy significativa.

CAPACITACIÓN Y PROTECCIÓN
“Chichilo”, con sencillez y humildad, asume la labor cotidiana con la responsabilidad que el servicio requiere y al intentar captar una mirada hacia el futuro, subraya: “Desearía seguir capacitándome y proteger la actividad laboral”.

Al concluir el encuentro, justo el día de su cumpleaños, rodeado del afecto de sus familiares y allegados, hace público su agradecimiento a “todas mis compañeras del hospital y cooperativa”, por el apoyo y interrelación que mantienen, dado que ambos ámbitos conviven en forma permanente.

Por último, Sergio más conocido por el apodo de “Chichilo”, cuyo origen viene de la niñez sin saber el por qué, concluye con un gracias enorme a Dios “por tener salud, trabajo, una hermosa familia y bendecido por una reina como nieta”.

MOMENTOS
* Son muchas las anécdotas, algunas han quedado muy grabadas. Entre otras, recuerda el traslado de un abuelo de 105 años. “Lo trajimos desde el aeropuerto de Ezeiza y lo llevamos a Mones Cazón. No recuerdo su nombre, fue hace más de 10 años y fui con el chofer Mario Álvarez y el Dr. Luis Vázquez”.

* Y otro traslado que caló muy profundo en Sergio Acosta, fue el traslado de un recién nacido que pesaba 560 gramos. “Lo llevamos desde el hospital de Pehuajó a la clínica Cemeda de Olavarría. Ese día viajé también con el Dr. Luis Vázquez y el chofer fue Víctor Cabrera”.

PING PONG

-¿Un deseo?: “Salud para mi y mi familia”.
-¿Una ingratitud?: “La desprotección al jubilado”.
-¿Un reproche?: “No haber tenido la posibilidad de estudiar, dado que a mis 10 años empecé a trabajar”.
-¿Una esperanza?: “Paz, amor y felicidad”.
-¿Un rencor?: “No tengo”
-¿Una gratitud?: “Mi padre”.
-¿Un amor?: “Mi mujer”.
-¿Un recuerdo?: “Mis padres”.
-¿Un ídolo?: “Maradona”.
-¿Un placer?: “Viajar por el mundo”.
-¿Un temor?: “No tengo”
-¿Dios?: “Soy creyente”
-¿Cooperativa Eléctrica?: “Mi segunda casa igual que el hospital”,
-¿Sergio Acosta?: “Humilde, sencillo y trabajador”.

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