Nuestro colaborador Viterbo Pedro Ferrer, celebró el pasado 10 de mayo un nuevo aniversario de su natalicio, en Mar del Plata, ciudad donde comparte con su familia esta etapa tan particular de la vida, plena de matices donde proliferan los recuerdos y las experiencias vividas.
A la distancia compartimos el 82° aniversario. Con la humildad y simpleza de siempre, agradeció los saludos y agradeció a Dios el paso dado en la década que transita. Un poco alejado físicamente de su terruño natal pero con su corazón latiendo cada instante en su amada Pehuajó.
El calificado escritor e investigador histórico, que durante toda la vida trabajó en el cultivo y la defensa de la identidad lugareña, formalizó un brillante archivo que reúne toda la historia del partido de Pehuajó. Una tarea que llevó años de estudio, esfuerzos e inversiones personales. Quizás el único archivo histórico que posee la ciudad, a nuestro entender no valorado en su verdadera dimensión.
Proceder que suele ser común en muchas comunidades que por distintos motivos, no advierten las connotaciones del pasado, la trascendencia de la historia gestada por laboriosas generaciones. Muchas veces, los arrepentimientos llegan tardíamente.
En este caso, el archivo histórico de Viterbo Ferrer, está intacto y fue puesto en custodia de quien suscribe y de nuestro modesto emprendimiento periodístico, fruto de años compartidos conjugando un mismo verbo e idéntica vocación. Oportunamente, se definirá un ámbito adecuado con la intención de que la comunidad pueda tener acceso a ese imponderable patrimonio cultural.
El contacto con Viterbo es permanente. Su legado trasciende el vínculo de amistad y se traduce en un elemento de identidad pehuajense que implica respeto, preservación y proyección hacia las nuevas generaciones. En tal sentido, se trabaja en forma mancomunada.
El cumpleaños de nuestro amigo es oportuno para significar la importancia de su gesto y una vez más exaltar la tarea de investigación y preservación que lleva a cabo desde la niñez. Hechos y protagonistas de la vida pehuajense para valorar, más aún teniendo en cuenta sus principios, sus firmes convicciones y su coherente accionar.
Desde estas columnas, una vez más y quizás pecando de pedantería, en nombre de todos los pehuajenses que valoran la historia de este solar bonaerense, el sincero homenaje y un “muchas gracias” enorme a Viterbo Ferrer, por su incansable tarea y su legado cultural.
Félix P. Peyrelongue
chicofeo52@hotmail.com
