El
20 de febrero último,
a los 96 años de edad, nos dejó Osvaldo César Guglielmino, notorio
escritor y poeta, cuya labor mereció numerosos reconocimientos
municipales, provinciales, nacionales e internacionales. Había
nacido en French (partido de 9 de Julio) pero antes de cumplir el año
se radicó en Pehuajó.
Estudió
Letras en la Universidad de La Plata. Fue rector del Colegio Nacional
de Pehuajó (1952/55), siendo el gestor además del secundario
nocturno. Fue Secretario de Cultura en nuestra ciudad, Director
Nacional de Cultura (1954/55), Director de Bibliotecas y
Subsecretario de Cultura de la Nación (1974/76).
Entre
las distinciones recibidas, se destacan “personalidad ilustre de la
provincia de Buenos Aires”, ciudadano ilustre en Pehuajó y en
ciudad Autonóma de Buenos Aires, Mayor Notable Argentino (Cámara de
Diputados de la Nación), miembro de honor del Instituto Nacional
Dorrego (2012).
Su
producción literaria abarcó ensayos, teatro, novela y poesía.
Priorizó temáticas relativas a Pehuajó y fue constante su
fidelidad al sentimiento popular y nacional.
Durante
su gestión como Secretario Municipal de Cultura, en 1967, fue uno de
los gestores del Festival Nacional de Folklore Sureño, impulsó el
Instituto Hernandiano y la concreción del Monumento Nacional
Conmemorativo al Martín Fierro, grupo escultórico único a nivel
nacional. También se sintió identificado con la creación del Museo
Regional de Pehuajó con el nombre de Rafael José Hernández.
Sus
visitas a Pehuajó eran frecuentes.
Entre otras, en octubre de 2009 presentó
en pleno centro, la obra teatral “La panadería” que evoca su
infancia y su adolescencia, frente a la casa donde vivió y tenía su
padre la denominada Panadería Guglielmino, en calle Alem 665. Fue un
acto memorable, impregnado de emoción, que sorprendió a los
ocasionales transeúntes.
Los
restos del poeta fueron trasladados al cementerio de nuestra ciudad,
su amado Pago Hernandiano. En el año
2003 dijo que no le temía a la muerte, sí le temía al
envejecimiento y la pérdida de lucidez. “Por suerte estoy bien
pero me da un poco de temor la proximidad de los años finales”.
Dios
fue generoso, quince años después reclamó su presencia. Su obra
tendrá permanente vigencia. Las nuevas generaciones sabrán
valorarla, conservarla y proyectarla.
Osvaldo
gracias por todo. Descanse en paz.
ALGUNAS
IMPRESIONES
-”Escribí
siempre metido en el paisaje del interior que era el paisaje de mi
espíritu también, como debe ser el suyo vinculado al interior y
demás, el país uno lo quiere y lo siente en el lugar donde vive
realmente. Para mí, mi lugar es aquel de Pehuajó”.
-”Hablé
de “adentrismo” cuando publiqué la primera versión de “Juan
sin ropa” en 1949. Es decir que el país -el hombre- necesitaba
escribir desde dentro de uno mismo y dentro de su paisaje en el que
vivía. Este es el gran sentido de la literatura universal: hablar de
lo que uno está viviendo y no de un mundo que no conoce. La vida es
igual en todos lados, vale lo mismo la vida humana en todos lados y
no tiene por qué valer menos la vida del que vive en el campo. Toda
vida tiene su valor y su valor cultural”.
-”Yo
vivía en Pehuajó cuando empecé a escribir sobre los Hernández y
en el año ‘54 publiqué el libro “Rafael Hernández el hermano
de Martín Fierro”, porque un día apareció un pariente y me dijo:
“mi abuelo Rafael, hermano de José fue un hombre muy importante,
era el que había fundado Pehuajó, y le había puesto los nombres a
las calles de Pehuajó que es la única ciudad del mundo que tenían
nombres de poetas todas las calles y la primera biografía de su
hermano José la escribió él”.
-”Somos
uno de los más grandes países del mundo en muchos aspectos. En
extensión, en climas, en recursos. Es decir, Dios nos puso a vivir
en un territorio de una riqueza formidable, tanto de la tierra como
del mar. Por eso nos siguen asediando, por eso los ingleses nos
quitaron las Malvinas”.
-“Creo
que en educación, no solamente hay que meterle cosas al chico sino
hay que extraer de él los valores que el chico tiene. Esta es la
verdadera misión del educador, ver cómo son esas criaturas,
auspiciarlas y alentarlas. Esto lo vi haciendo teatro con chicos
humildes y resultaron grandes intérpretes. Salieron de adentro de
ellos mismos. Y estaban allí totalmente apocados, ensimismados. Es
una gran tarea hacer que el espíritu del chico se desarrolle. Sus
capacidades naturales que él trae. Esta es para mí la función más
importante de la enseñanza”.
OBRAS
PUBLICADAS
“24
horas”, “Preludio”, “Ida y vuelta de Juan sin ropa”,
“Rafael Hernández y el hermano de Martín Fierro”, “Estero
profundo”, “Sonetos y canciones del desierto”, “Nuestra
Frontera”, “La epopeya del desierto”, “Rumbo
sur”,“Adentrismo”, “Esta heroica memoria de la tierra”,
“Dorrego, civilización y barbarie”, “El canto libre”,
“Pantaleón Rivarola y las atroces invasiones iglesias”, “Perón,
Jauretche y revisionismo cultural”, “Americanismo y peronismo”,
“El cóndor perdido”, “Kuonyipe, misterio fueguino”, “Juan
el oso”, “Eva de América, regreso al desierto las Malvinas”.
“La
virgen de Luján y nuestra nacionalidad”, “Perón y la revolución
humana”, “Canto fundamental y retablo pehuajense”, “Los
consejos de Martín Fierro”, “Pueblo joven”,“Relatos
suramericanos”, “Poemas de la vida”, “Martincito Fierro”,
“La panadería”, “El gaucho Antonio Rivero- Poema histórico
nacional”, “Poemas para las Naciones Suramericanas”,
“Cancionero de Manuel Dorrego”, “Cancionero de Martín Miguel
de Güemes”.