Desorientado y perdido

Felix Peyre
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“Perdido como turco en la neblina”. El refrán se utilizó y se utiliza con frecuencia a lo largo y ancho de nuestro país, aplicable a diversas situaciones pero principalmente a quienes son desordenados y suelen andar desorientados.
Muchas veces la aseveración llama a la reflexión y en otros casos el desorientado hace caso omiso y más bien lo toma como una expresión de broma, risueña, circunstancial. Ahora bien, quien la asimila y evidentemente le afecta, suele adoptar una actitud de cambio.

En cuanto al origen del refrán hay afirmaciones netamente geográficas. La neblina existe en todos lados cuando el ambiente está sobrecargado de humedad. Hay quienes afirman que la expresión proviene de Turquía, mientras que otros sostienen que viene de la época en que los moros invadieron España. Al vino puro -sin agua- se le llamaba vino moro, y por extensión, vino turco.

De ahí que la borracheras de denominaron “turcas”. Y cualquiera sea la nacionalidad, tener una turca o estar ebrio y en medio de una neblina, es natural perder el sentido de ubicuidad y orientación.

Y sin duda en muchas circunstancias, aún sin padecer “una turca” el ser humano se encuentra desorientado, perdido, incoherente, indeciso, con neblina o sin ella.

La vigencia del dicho es inalterable en el tiempo.

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