Atardece en Estudiantes. Muchos chicos practican tenis. Otros, fútbol en las canchas rápidas recientemente construidas. José Rubén Vicente (69) conversa con Mirá y observa todo el movimiento. La charla se interrumpe. Un pibe que olvidó una vestimenta, la presidenta actual que hace le una consulta. Vicente está en todas, hoy como hace más de tres décadas.
“Nací en Daireaux. Éramos 9 hermanos, mi padre tenía una chacra en La Larga y cómo estábamos un poco lejos, teníamos que hacer tres leguas para ir a la escuela, algunos a caballo otros en sulky. Entonces, consiguió comprar una quinta en Henderson y nos fuimos”, rememora al recordar los tiempos de su niñez rural.
En Henderson, se crió en la estancia Bersee, de don Pablo Hary, con una tía hermana de su madre: “me mandaban a la escuela que había en la misma estancia, allá por el año 1950”.
Otros títulos de la nota:
- HOMBRE DE MUCHOS OFICIOS
- PILETERO, CASERO Y MUCHO MÁS…
- CONTENTO Y FELIZ
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