Los villancicos navideños

Felix Peyre
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En este mes, que se destaca por sobre los demás por todo lo que refiere a los festejos sobre la Navidad, me surge escribir algunas palabras sobre los “villancicos navideños”, canciones que durante siglos han ambientado el espíritu de la Navidad recordando el nacimiento de Jesús.

En castellano la palabra villancicos deriva del término «canción de villa», dado que en su origen, allá por el siglo XV, se trató de composiciones de naturaleza popular, cantadas por los “villanos” o habitantes de las villas (generalmente campesinos u otros habitantes del medio rural de Castilla) en las fiestas populares. Por aquel entonces los villancicos no contenían una temática específicamente religiosa, sino que versaban sobre contenidos diversos, como la narración de sucesos locales, los vaivenes amorosos, e incluso sátiras y burlas.

Es recién hacia el siglo XVI que el villancico poco a poco va cambiando su temática para ir centrándose en temas de tipo religioso, debido a que las autoridades eclesiásticas comenzaron a considerar la conveniencia de introducir en la liturgia (que en esa época se oficiaba en Latín) composiciones en castellano, como una forma de acercar al pueblo a los misterios de la Fe católica.

Aquí en nuestro país, uno de los villancicos más populares -si no el más popular- es «Noche de paz». Su título original es «Stille nacht, heilige yach» y fue escrito por el sacerdote austriaco Joseph Mohr (letra) y el maestro de escuela y organista Franz Xaver Gruber (música).

Cuenta la leyenda que este sacerdote, al ver que se había dañado el órgano de su parroquia, decidió escribir un canto que el coro pudiera interpretar acompañado sólo por guitarra, encomendándole a Gruber la composición de la música.
Fue así como, en ocasión de la navidad de 1818, se cantó por primera vez «Noche de Paz», en la iglesia de San Nicolás (Nikolauskirche) de la pequeña aldea de Oberndorf, Austria.

Y es con este relato que nos despedimos de ustedes (por este año) deseándoles una muy feliz Navidad, y un 2013 colmado de felicidad, salud, trabajo y amor.

Ariadna Cinel / Carlos Otero
Taller Musical “Manos a la obra”
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