Resistencia: ¿El pelo se te rompe con el mínimo tirón?. ¿Tu cabellera es un muestrario de puntas abiertas?
Eso es señal de que las planchas o el simple desgaste han dejado su huella. Si examinas tu pelo a través de microscopio, descubrirías los numerosos huecos que han dejado la materia destruida. Necesita raparlo rellenándolos con algún sustituto, y para ello no hay mejor que las proteínas, que suelen incluirse en abundancia en los cuidados regenerantes.
Densidad: El pelo fino es una lata, nos da un aspecto lánguido, no aguanta el mercado, la gomas y horquillas resbalan sin remedio y, encima, tienen a partirse con facilidad, si este es tu caso, no desesperes. Empieza a elegir un buen corte que no pase de los hombros y que te de movimiento, con cuidado de que los finales no pierdan grosor. El tinte tiene a engrosar la fibra y las mechas crean sensación de relieve, haciendo que tu pelo parezca más abundante. Y no te olvides de las extensiones, que pueden transformar el pelo mas anodino en una esplendida cabellera no las lleve muy largas, ya que un pelo tan fino como el tuyo podría aguantar un peso y romperse.
Color: Recién tenido, el pelo esta precioso vibrante y lleno de brillo. Pero al cabo de unas semanas, el color ha perdido parte de su intensidad y atractivo ¿Por qué? Los pigmentos que aporta el tinte son más vulnerables que los naturales frente al son o los lavados. El primer paso que has de dar es utilizar cuidados especiales para el pelo teñido, sobre todo si te lo has aclarado, ya que respetan el color y la integridad de la fibra, además de proteger de las agresiones.
Así no tendrás que teñirte con tanta frecuencia. ¡Tu pelo te lo agradecerá!...
Colaboración: Marcos Bartolucci(Pelukería GA)
0 comentarios:
Publicar un comentario