Sonidos que hacen mal

Felix Peyre
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Los enormes avances tecnológicos que ha alcanzado el ser humano en la actualidad han traído consigo numerosas ventajas, pero también desventajas, como por ejemplo la contaminación. Todos estamos al tanto de cuestiones como el agujero de ozono, el efecto invernadero, los efectos nocivos de los gases emitidos por los escapes de los vehículos y el humo de las fábricas, por nombrar algunas cuestiones.

Pero existe otro tipo de contaminación, de la que aún se habla bastante poco: la contaminación acústica (o sónica), es decir, la contaminación provocada por el sonido. Así es, el sonido contamina. ¿Todos los sonidos? Claro que no, sólo aquéllos que comúnmente llamamos “ruido”: los sonidos molestos, generalmente de alta intensidad, que nos resultan desagradables y hasta pueden hacernos daño.

Desde hace un tiempo, Pehuajó está sufriendo los efectos de esta contaminación. Si hacemos un poco de memoria, andar por nuestras calles solía ser algo agradable y tranquilo. Pero ya no lo es. El parque automotor ha crecido enormemente, y existe una moda bastante actual que lleva a numerosas personas a modificar sus vehículos (auto o moto), mediante la colocación de escapes deportivos, de manera tal que emitan intensos ruidos.

Esta contaminación acústica no es inofensiva para nuestra salud. Por el contrario, el exceso de ruido al que hoy por hoy estamos expuestos todos los pehuajenses por el simple hecho de andar por nuestras calles, contribuye a generar en nosotros nerviosismo, aumento de la presión sanguínea, ansiedad, tensión, contracción de los músculos, cansancio, insomnio.……En fin, lo que comúnmente llamamos “estrés”. Y quienes conducen estos vehículos, a su vez, no se encuentran exentos de estos efectos.

Es tiempo de pensar si es esto lo que queremos para nosotros y nuestra ciudad, si realmente queremos vivir en calles con un alto nivel de ruido (comparable al de las grandes capitales), y sufrir las consecuencias de este hecho. Evitar la contaminación no impide el crecimiento de una ciudad, no estamos hablando de reducir el parque automotor, sino simplemente de cuidar nuestra salud y la de nuestros vecinos, usando nuestros vehículos respetando los estándares de fabricación, los cuales no generan ruido contaminante.

La higiene es siempre algo positivo para nuestra salud, también la higiene auditiva. …La contaminación acústica, por el contrario, daña nuestra calidad de vida.


*Aporte de Ariadna Cinel y Carlos Otero (Taller Musical “Manos a la obra”)

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