Un mundo donde se entreteje la creatividad y los buenos modales

Felix Peyre
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Entrar a la talabartería de los hermanos Di Bin, Jorge y Rodolfo es realmente toda una experiencia para el amante de las sogas. Se respira un aire laborioso, un ambiente de oficio, un ambiente de gente que trabaja concentrada en algo que sabe hacer bien. Vestidos con sus delantales de trabajo, rodeados de herramientas, bastos, cueros, rebenques y muchísimas cosas más la reciben a una con una sonrisa cálida y un apretón de manos. Fue en este contexto que tuvimos la oportunidad de conversar con estos dos hermanos, oriundos de Francisco Madero, y así enterarnos de cómo fue el entramado de su historia. Todo comenzó cuando se mudaron con sus padres a Pehuajó, en el año 1965...

Narra Rodolfo:
“Ni bien terminado el primario, nos vinimos a vivir acá, Jorge ya había terminado, él tenía 15 y yo 13 años. Nuestro padre era talabartero, por eso aprendimos el oficio, se llamaba José María Di Bin. Él, que vivía en el campo, se mudó al pueblo cuando se casó y ahí aprendió el oficio con un tal Estrada, de Madero”.

- ¿Este era el taller de su padre?
Sí, papá trabajo en este mismo taller, desde que nos mudamos de Madero, estuvimos siempre trabajando en esta misma casa. Cuando vinimos acá (la casa en la que se los puede encontrar trabajando hoy, a metros de la calle Gorostiaga, y a una cuadra del acceso Av. San Martín) esto era un garaje. En este garaje trabajábamos nuestro padre y nosotros 2, y como era un garaje, no tenía esta ventana. Y después pasaron 4 años y compró un auto ...y (interviene Jorge) como era el primer auto, cuando llovía, sacábamos uno de los mostradores afuera, metía el auto, uno trabajaba acá (señala un rincón) y el otro trabajaba en la otra piecita.... para cuidar el auto.

- ¿La habilidad de los dos es sobre las mismas cosas? ¿Su padre les enseñó lo mismo? ¿Cómo era el tema del aprendizaje?
RD: Era un poco de todo, uno aprende haciendo, mirando, uno aprende...y el problema mío es que soy zurdo. Nuestro padre era derecho, y yo zurdo y me decía ahora cosé para acá y ahora para allá...y es distinta la forma de ponerle la aguja, de usar la lezna, y bueno...y me dijo, “yo, hasta acá que te enseño”, después arreglate, y bueno, así era que uno iba tomando la forma de acuerdo a la mano de uno....

- En su oficio, de todo lo que hacen, ¿cuál trabajo es el que más les gusta hacer?
(Al unísono) Nos alternamos… nos gusta hacer de todo.

-¿Y por ejemplo, les gusta es hacer lazos?
El lazo lo compramos. Lo hacen los santiagueños que son muy astutos. Después hacemos de todo. Un basto, una cincha, un cinto, una cartera…

- De todo eso, que es lo que más le gusta hacer?
Rodolfo: A mí me gusta variar. Tal es así que en la mesa tengo varias cosas, para no caer en la monotonía. Y a usted Jorge? Al igual que él, pero lo mío son los bastos. Rodolfo: Pero le dan muchísimo trabajo! Jorge: Por eso cuando me estoy cansando, voy variando.

-¿Qué es lo más original o extraño que les han pedido?
RD: Y no sé… nos ha pasado que ha venido una señora que nos pidió que le acortáramos una pollera y nosotros le decimos que no, que no hacemos ese tipo de trabajo. Pero, como le trabajamos para el marido, nos pide que lo hagamos, entonces cortamos, doblamos, después la llamamos para que se la pruebe. Igual pasaba con pantalones de cuero. Recuerdo que han venido muchas personas, no sólo paisanos… también ingenieros, gente de afuera, ingleses, españoles.

- ¿Y de dónde se proveen el cuero? La materia prima de con la que trabajan?
Por lo general se compra en una curtiembre, o sino con algún intermediario... En un tiempo habían muchos chaqueños y santiagueños, que andaban a la distancia, primeramente andaban en un carro. Un carro tipo...lo más parecido a una diligencia, con caballo o mula. Sabían venir en mula. Se venían desde Santiago, de a poquito llegaban a la provincia de Buenos Aires. Acá se proveían de algunas cosas de talabartería, después compraban bombachas, compraban fajas, compraban cuchillos,....los lazos los traían de allá, los ponchos los traían de Catamarca y recorrían toda la Provincia y vendían, vendían todos estos artículos. Pero después de a poco se fue perdiendo.... Bueno, después fueron mejorando y ya empezaron a venir en camionetas....Las primeras que conocí yo fueron las estancieras, que las fabricaba Ica Renault, que era tipo un colectivito chico, ... que le permitían poner un montón de cosas ahí. Y por lo general toda esta gente y todos los revendedores que había tenían esa, por la comodidad que era poner la mercadería ahí adentro.

- ¿Cuál es la diferencia entre el soguero y el talabartero?
El soguero te hace todo lo que tiene que ver con las sogas como el rebenque, las riendas, la cabezada (todo en cuero crudo); en cambio, el talabartero te hace la silleta, el basto, etc.

- ¿Y la diferencia entre la marroquinería y talabartería?
Marroquinería es el cinto, la cartera, billeteras, monederos, todas las cosas que son complementarias con la talabartería. La marroquinería es más para el ser humano, y la talabartería para los animales.


Extractado de “Historias mínimas”, programa radial “Tardecitas y...algo más”. La entrevista completa se emite por FM City 90.1, el martes 20 de marzo, entre las 13 y las 15 horas.

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