Pensando en un abordaje psicoterapéutico a la problemática de la Diabetes y considerando la mirada holística de la institución en cuanto al trabajo interdisciplinario, surge este espacio que apunta a sumar una nueva mirada, una mirada que valla más allá de lo orgánico, una apuesta a la conexión entre la mente y el cuerpo, algo que muchas veces es muy difícil de alcanzar.El especio se construye día a día, teniendo en cuenta la importancia de la escucha, el intercambio, la posibilidad de expresarse por medio de la palabra, el cuerpo y el juego; un espacio de conocimiento, de búsqueda de respuestas a miedos e incertidumbres, de identificación y explotación de los recursos propios. Un espacio que se construye con el aporte de cada uno, pensando en sus necesidades e intereses, que busca dar lugar a la subjetividad, a la creación.
Sobrellevar una enfermedad cómo la diabetes puede desencadenar dificultades emocionales, desde el espacio de Corpo Drama, se apunta a restaurar el equilibrio emocional, que es esencial para poder establecer un efectivo auto cuidado. Hay diferentes respuestas que pueden aparecer, como el enojo o la tristeza, o más graves aún cómo la depresión o la hipocondría; la enfermedad implica un gran esfuerzo de adaptación a nuevas conductas y hábitos y es necesario la total aceptación de la misma para alcanzar una mejor calidad de vida, ya que es fundamental la intervención activa del paciente en el control de su enfermedad.Considerando que el individuo es un ser social y que la diabetes no sólo lo afecta a el, si no también a sus familiares, el taller se pensó apuntando a toda la comunidad, porque creemos que acompañar al diabético en este proceso es indispensable y además, porque la intención es ofrecer las herramientas necesarias para cualquier persona que esté pasando por determinada situación, indiferentemente que tenga que ver o no con la problemática en cuestión; ya que la salud no sólo es ausencia de enfermedad.
Corpo: cuerpo; Drama: acción… ponerse en acción, dramatizar, es incluir el cuerpo y quedar expuesto a “la mirada del otro”, pero también, poder ponerse en el lugar del otro, multiplicar sentidos a partir de una única realidad, identificarse con los demás, expresarse, desinhibirse, jugar, conocerse, aceptarse; estos son algunos de los objetivos del taller. Construyamos conciencia y caminemos a la par hacia un mismo objetivo, mejorar la calidad de vida de nuestra comunidad.
Licenciada en Psicología, Nancy Gisela Bajo (UBA)
